Ayer se hicieron públicas las cuentas de la Casa Real en España. No es que haya habido sorpresa alguna, pero qué duda cabe que cuando se ignoran los números, saber, de facto, que el Rey cobra tres veces más por «sancionar leyes», es decir, por firmar algo que ya ha sido aprobado por el poder legislativo o el ejecutivo, que el Presidente del Gobierno es significativo.
Ya se sabía que parte de los gastos de la Casa Real son cubiertos por diferentes ministerios: defensa, interior, presidencia… en lo concerniente a la seguridad, al mantenimiento de las residencias oficiales, etcétera, por lo que lo que se hizo público ayer es prácticamente exclusivo de salarios.
Más allá de lo que me pueda parecer el sueldo en sí, he flipado con los gastos de representación de reina, princesa de Asturias e infantas. El montante sube a 375.000 euros, que dividido entre los 317 actos oficiales, sale a 1.183 euros por acto oficial al que se acude.
Una, que peina canas desde hace años ya, sabe que representar lo que sea (instituciones, empresas, etc) no es barato. Implica que tienes gastos extra en ropa, complementos, peluquerías, etc… ¡Que se lo digan a los comerciales de cientos de empresas que con sus salarios mileuristas tienen que comprarse trajes y corbatas!
Lo que me ha dejado con la lengua fuera es lo que se considera «representación oficial«… como la comunión de un sobrino, la asistencia a un premio de motociclismo, la boda de un primo…
Está bien que sepamos las cifras que se manejan y cómo viven para que, el día que, tarde o temprano, llegará, en el que realmente nos cuestionemos este sistema monárquico constitucional, no nos duelan prendas en sacar la guillotina (figurativamente hablando, claro).
La suerte de nacer con privilegios…
El caso es que tanto bombo y platillo con el tema de que sus cuentas son públicas (como si fuera un mérito y no una mancha que hayan sido ocultadas hasta ahora) y no se ha hablado de temas como que no son auditadas (vamos que nos puede decir lo que quiera que colará) y que de las de años pasados, pues…para qué preguntar…