Uno de los aparatos tecnológicos que, sin duda, nos ha cambiado la vida a todos es el móvil.
Se acabaron las llamadas a casa para preguntar por Fulanito entre risas y colgar. Ahora se llama a Fulanito al móvil y listo! ¿Que llegas tarde a una cita? Llamas al móvil y solucionado! ¿Un recado sobre la marcha? Nada, nada … marcas el número … et voilà!
Sin embargo, el día que de verdad se hace útil el móvil, el día que te puede sacar de un apuro, suele suceder que no funciona.
Hace tres años, me ví atascada en la autopista A-1, de camino a casa, por nieve. La provincia de Burgos estaba cerrada al tráfico y habíamos quedado bloqueados. ¿El móvil? Evidentemente no funcionaba. Apagón por saturación en la red, lo llaman. Éso sí, no tienen luego ningún inconveniente en cobrarnos las tarifas más abusivas de toda la unión europea…..
Puede, en este ejemplo, haber una excusa válida para las telefónicas. La situación de bloqueo en la nieve es excepcional. Ni siquiera se da una vez al año…
Pero, vayamos a otro ejemplo… te vas a Cataluña, la Comunidad Valenciana, Murcia o Andalucía de vacaciones… A los móviles existentes de ciudadanos habitantes de estas comunidades, hay que sumarles los de los turistas… y zas! Colapso por saturación al canto… que incluso puede llegar a apagón generalizado en la provincia.
¿De quién es la culpa? De los ayuntamientos, claman las telefónicas … De las telefónicas, claman los ayuntamientos …
De unos, por crecer tan espectacularmente y no ofrecer servicios a sus habitantes.
De otros, por no prever y solucionar estas contingencias, habida cuenta del dinero que nos cobran a todos… Antes, uno se ponía un fijo en la residencia vacacional. Ahora, la telefónica gana. No pagan y mantienen una línea y una instalación y el coste por llamada es infinitamente más alto.
Esperemos que no haya un apagón el día que alguien necesite de verdad utilizar su teléfono. Es un escándalo.
Lo es.