Sólo he tratado de usted a dos profesores a lo largo de mi vida: a uno por exigencia propia. Él era «señor» Ramos para todos menos para dos: su hijo, que venía conmigo a clase y otra compañera, que tomaba «café en casa». Éso sí, él luego podía insultar a discreción y también humillar con juegos de palabras, que tanto le gustaban…
El otro, el honorable padre Dictino. Un señor que de aquella tendría unos 70 años (para mis 16 era como Tutankamon) y que lo sabía absolutamente todo. Contaba unas anécdotas maravillosas sobre sus tiempos universitarios y para cada libro tenía una historia.
Al resto de profesores siempre los he tratado de tú. A los profesores que más he respetado les he tratado de tú. Con o sin el «Don» delante. Al fin y al cabo, los niños tampoco entienden (íamos) mucho de tratamientos…
Eran Don Julio, Don Víctor … y por supuesto, de tú.
Le he faltado al respeto a dos profesores a lo largo de mi vida: a uno por impresentable y al otro por hijodeputa.
Ni Múgica ni nadie me van a convencer de que introduciendo de nuevo el usté en el aula, se va a marcar ningún tipo de diferencia.
La diferencia está en la educación. Los niños no pueden obtener «gratis» todo lo que desean sin el menor esfuerzo por su parte. No son el centro del universo.
La diferencia nunca va a venir del tratamiento. Al fin y al cabo, ¿no se puede mandar a la mierda igual de usted?
No sé qué decir, pero yo como profesor en una universidad pública te confieso que me joroba muchísimo que mis estudiantes me hablen de usted. Llámalo coquetería, resistencia al envejecimiento o proximidad a ellos, pero es la verdad.
Y digo más, siendo tuteado jamás he tenido la sensación de ser menospreciado o no respetado. Todo lo contrario.
Un abrazo
Para mi esto del usteo en clase es equivalente a tantas otras medidas estéticas (en este caso con un plus de inutilidad), igual que pretender que nuestra sociedad otorga igualdad de oportunidades estableciendo cuotas diversas de acceso… La apariencia cambia, los problemas persisten.
Coincido en que yo también respeté mucho más a profesores a los que trataba de tú (¿será casualidad?), aunque hay casos para todo. Sea como fuere, creo que a los profesores les vendría mucho mejor que se les devolvieran atribuciones punitivas. No vivimos en el planeta gominola, los niños son cada vez más salvajes y no se puede dejar a los docentes inermes, que ya no pueden ni echar de clase a los faltosos.
El Sr. Múgica, don Enrique, es el Defensor del Pueblo de las ocurrencias. ¿Cuál será la próxima?
Mi distinción entre el uso del usted y del tú no está basada en el respeto, sino en la cercanía con la persona. Me sale automáticamente, si no conozco a la persona la suelo llamar de Vd.
De cualquier forma el respeto debe ser independiente del tratamiento, mal asunto y superficial si depende de él.
Hay una cosa clara, a ningún amigo ni miembro de mi familia le llamo de usted.
Salud y República
Hola compañera, he aterrizado por aquí y me dispongo a hacerte un comentario (con el permiso de usted…xd)
Yo nunca llamé de usted a ningún profesor, tampoco le tuteaba, simplemente le llamaba por su nombre, que para eso se lo pusieron.
Mis profesores se sentían bien cuando les llamábamos por su nombre.
Aunque no llamásemos de usted a nuestros docentos, en ningún momento les faltamos el respeto y la «convivencia» durante esos años fue perfecta.
1saludo, te invito a darte un paseo por mi blog
Yo soy partidaria del usted, y se puede utilizar el usted en tono amistoso y agradable. No tiene por que «asustar», pero conlleva un cierto tipo de distancia y respeto que considero sanisimos cuando se trata de un primer encuentro o contacto. Luego, ya se vera mas adelante, si la relacion evoluciona. En Francia o en Italia es casi algo natural. Suena agradable y conozco amigos jovencisimos que tratan de usted a profesores y colegas de trabajo aunque esten de copas con ellos pasandoselo bomba. Es solo una palabra y para ellos significa respeto (no miedo ni autoridad).
Nosotros tratabamos a los profesores de usted y de tu, pero lo del tu se impuso de una manera casi de asustar, hasta el punto en que mi tutora, monja ursulina, le grito a una niña en clase por llamarla «Madre» (Madre Ursulina,de las de «tolavida», claro) y le contesto «Madre, acaso yo soy tu madre? A mi me tratas de tu» y la niña se quedo a cuadros. Fue hace 23 años y aun lo tengo grabado a fuego.
La jerarquia no tiene por que ser mala, es mala cuando esta mal montada o se abusa solo por estar en el poder, pero en cualquier estructura tiene que haber unas personas que deciden, o dirigen u organizan (como se quiera ver) y para que funcione dicha estructura, tiene que establecerse algun tipo de jerarquia. El usted no cambia nada si asumimos que todos sabemos tratar a la gente y que todos somos respetuosos y comprensivos. Pero si que ayuda cuando hay gente (tanta, tanta) que confunde el «tu» con «hala, ya puedo hacer lo que me da la gana porque somos amigos». Y de eso yo he visto tanto…
garib, que tú no crees que la finalidad de la educación sea lo que digo me ha quedado ya claro en tu comentario anterior, respetabilísimo.
Cualquiera que conozca un poco los interiores de un colegio sabe de la dificultad de hacer que los eventos sucedan de acuerdo al plan fijado. Y eso es lo que cuenta; el desarrollo integral de la personalidad, de las capacidades intelectuales y afectivas y tralalá son, con perdón, un cuento chino (que es necesario conocer, ojo: hay que estar informado :-).
Dices «La principal finalidad debería ser …»; vale [te pido disculpas por mi desfachatez]: si yo tuviera cuatro ruedas, sería un Rennkinderwagen. Yo hablo de lo que [creo] es la educación.
«no se puede simplificar en estos términos el problema». Sí, ej que …
Yo siempre he aplicado el tuteo más respetuoso y eso se nota, es más solo hablo de usted con la gente que me produce rechazo.
Bueno, yo cuando te he hecho referencia, adivagar, ya te había entendido en ese sentido. Y como dices, no es que el usted sea malo, pero es que no es una solución pedagógica.
zalakain, yo tampoco creo que la finalidad de la educación sea lo que dices, suena un poco a instrucción militar. La principal finalidad debería ser desarrollar la capacidad de aprendizaje (y no «enseñar»). Por otro lado, que los niños sean trabajadores o no conflictivos no se enseña sólo a base de autoridad, se tiene que inculcar para que luego permanezca.
Como dice paco, no se puede simplificar en estos términos el problema. Además ya me gustaría saber lo que sabe Múgica de pedagogía. Y de otras cosas.
Yo lo de inteligencia negativa he hecho como que lo entendía…
Pues sí, las reverencias son sin duda de lo mejorcito, aunque, la verdad, en comparación con la bajada de pantalones …
Me expliques lo de la inteligencia negativa, porfa, que me he quedao en blanco y negro.
zalakain, las reverencias tambien son buenisimas para lo de la jerarquizacion que hablas.
Nada tiene que ver el tuteo con el respeto. Pensar que la falta de respeto en las aulas tiene algo que ver con el tuteo es simplificar el problema a niveles de inteligencia negativa.
Con la frase sólo pretendo expresar lo que yo creo; no creo que haya -si lo hay- más de un 1% de profesores que la suscriba.
Que tú expreses tu desacuerdo me parece de agradecer.
La escuela es, junto con la familia, el principal lugar de reproducción de la ideología social dominante.
Esta frase de Zalakaín no es baladí.
Es un principio de nuestra sociedad… o lo era…
Al que pasa por la escuela (o al que pasaba por ella) se le presuponen unas normas de sumisión y de aceptación de la autoridad (suspensos, conductas, etc) que ahora mismo están en entredicho.
No es una cuestión de ustear o de tutear … va más allá.
Más allá de la formación explícita que puedan suponer los conocimientos adquiridos en una carrera universitaria, por ejemplo, al que es universitario se le presupone que ha aceptado que haya un profesor que tiene más poder que él y que puede suspenderle o aprobarle (a veces por el mero hecho).
Pura sociología.
Espero no haberlo sacado de contexto, pero … «La finalidad no explícita de la educación es que los niños sean obedientes,…» Zalakain con esa frase no estoy de acuerdo.
Un niño es un niño, y ahi va implicito que no debe de ser obediente a todo, y un adulto lo mismo …
Si en al escuela se enseñara a los niños a ser obedientes, estariamos haciendo una apologia de la sumision, y no creo que este mundo haya avanzado hacia sus libertades siendo sumiso.
Caramba, releyendo mi comentario veo que me he explicado rematadamene mal… Lo que quería expresar lo ha explicado muy bien garib: «hay gente que se hace respetar y no necesita ni usted, ni solemnidad, ni violencia, por supuesto». Pero que a pesar de todo, no creo que sea negativo el trato de usted, creo que tampoco tiene tanta importancia. Es simplemente una norma de respeto. No me parece mal que un niño trate de usted a sus mayores, es una simple convención social, no creo que lleve implícito un sometimiento a la jerarquía establecida. Yo suelo tratar de usted a un desconocido, pero por simple educación.
Efectivamente, zalakain, te entendí mal. La lectura transversal lleva a esos errores, pero son muchos blogs interesantes y muy poco tiempo…
Efectivamente, como dice adivagar hay gente que se hace respetar y no necesita ni usted, ni solemnidad, ni violencia, por supuesto.
Hay mucha leyenda urbana sobre la necesidad de que la clase sea solemne, de que si no hablas en términos absolutamente teóricos las cosas no se pueden explicar y, sobre todo, que en una clase amena no se aprende. En fin, si lo que necesitamos para que nos respeten es el usted, pues estamos al mismo nivel que los que necesitaban la regla o el miedo al infierno, sin recursos pedagógicos y, lo que es más importante, personales. Dicho esto, reconozco las dificultades que puedan tener profesores de ámbitos como secundaria para sacar adelante una clase en ciertos entornos, pero el usted no lo va a arreglar.
Otra cosa es que cierto progresismo de salón haya identificado el acercamiento al alumno y la eliminación de la competencia salvaje con no promover el esfuerzo o restarle autoridad al profesor. Autoridad no significa agresividad ni dominio, simplemente reconocer que el profesor es el que guía la clase. O sea, que volvemos al respeto.
En mi clase hablarme de usted es un error grave de protocolo. Y lo penalizo duramente devolviéndole el tratamiento al estudiante hasta que se ríe lo suficiente para no volver a hacerlo.
Leyendo a adivagar, veo que algo que describo como criticable (de hecho, para mí, indeseable) llega a leerse como mi propio punto de vista. Y es que no se nota que estoy pisando el embrague 🙂
Poner a cada uno en su sitio le interesa a quien desea que las cosas sigan siendo como son. No es mi caso.
La verdad es que hay profesores que se hacen respetar. Yo no creo que sea muy importante el trato de tú o de usted. Quizá zalakain tenga razón y sea importante poner a cada uno en su sitio. Yo creo que un alumno le debe respeto a su profesor por el simple hecho de serlo. Las formas son importantes. Mándame a la mierda, pero de usted… Muy buena la entrada, Maripuchi…
Creo que es importante el que el esfuerzo haya dejado de recompensarse en las aulas. Eso crea conformismo, desinterés y desmotivación.
Claro, Zalakaín … ahora caigo! Así he salido yo 🙂
El respeto no pasa por el tuteo. Pasa porque la persona se haga respetar y que a su vez respete, aunque sea un niño de teta el que tiene delante.
Muchas veces los profesores en los colegios han sido abusadores de autoridad… con lo cual podríamos llamarlos de usted, pero no les teníamos ni el más mínimo respeto y, lo más doloroso para un profesor que se precie de serlo, ningún cariño… y no nos ha quedado ningún buen recuerdo de ellos, o peor, los hemos olvidado, que es otra forma de morir.
Pues creo que te equivocas. La finalidad no explícita de la educación es que los niños sean obedientes, hagan sus tareas y no generen conflictos.
La escuela es, junto con la familia, el principal lugar de reproducción de la ideología social dominante.
Para que esa ideología se reproduzca exitosamente, es necesario que existan estructuras linguísticas que transmitan la jerarquización social.
La contraposición tú/usted es un instrumento básico en esa estructura.