Nada ni nadie en este mundo te va a consolar. Hay veces que no hay consuelo. Las pérdidas son así: crudas, implacables y, lo peor, definitivas. Y cuando te toca pasar por ahí, no hay más que dejarse llevar por el oleaje hasta que amaine. No sólo es que no querrás luchar contra las olas, es que tampoco podrás. Y… Read more →