No hace demasiado tiempo que ví (que no entré) Benidorm por primera vez. Divisé sus rascacielos desde la autopista y quedé horrorizada con lo que ví: un maremágnum de ladrillo que no invitaba para nada a entrar. Ésto debe ser, por supuesto, una apreciación mía, porque Benidorm, año tras año, sigue recibiendo a cientos de miles de turistas en busca… Read more →