Ayer veía, estupefacta, en el telediario de la noche cómo el matrimonio mauritano condenado a ir a la cárcel por haber obligado a su hija de 14 años a casarse y a mantener relaciones sexuales con su marido (a la par que tío) se excusaba alegando que son sus costumbres y que hay que respetarlas.
Esta familia lleva 17 años viviendo en España, por lo que, imagino, ni la legislación ni las costumbres lugareñas les serán extraños ya.
¿Hasta dónde ha de llegar el respeto por las costumbres y tradiciones de cada quién? Porque sea uno inmigrante en tierra extraña o sea lugareño, hay un momento en el que no hay compatibilidad entre tu propia cultura y el respeto a la legislación vigente.
En este y en otros casos, las leyes han de ser las que marquen esta frontera.
Voy a poner un ejemplo para ilustrar este pensamiento:
En Afganistán puede que la tradición diga que es aceptable que el marido imponga a su mujer la forma en la que debe vestirse; puede que, incluso, la pueda violar para satisfacer sus necesidades sexuales. En España ésto no es negociable. La mujer tiene los mismos derechos (y obligaciones) que los hombres ante la ley. Se puede vestir como le venga en gana. Y si el marido tiene gana de juerga y ella no está por la labor, felizmente le puede sugerir que se haga una pajilla… y, si con todo, el marido «insiste«, pues la mujer puede ponerle en su lugar, esto es, en la cárcel, por acosador o por violador.
Personalmente, me importa un bledo si unos u otros tienen tales o cuales costumbres religiosas que les obliguen a no comer cerdo, vaca, pollo, a comer pescado los viernes, a matar corderos mirando al este, a hacer ayunos diurnos, a orar siete veces al día mirando a la Meca. Me empieza a molestar cuando a las niñas se las diferencia de sus semejantes marcándolas con una forma de vestir. Ni quiero contar lo que opino de las mutilaciones. ¿Por qué no se cortarán los tíos el pito a cachos? o mejor ¿por qué no se coserán el capullo, para que cada vez que les apetezca les duela insoportablemente?
Si uno no está de acuerdo con las normas básicas de convivencia de un sitio, lo tiene fácil: puede buscarse otro lugar.
Si la hija hubiera estado de acuerdo con el enlace, en España uno se puede casar con 16 años y solicitar la emancipación. Esta chica no lo hizo (solicitar la emancipación) y se fugó. Y ha vuelto a España y está en una familia de acogida.
Los padres de esta chica no han aceptado las normas básicas de convivencia y han infringido un par (o tres) de artículos del código penal. Por lo tanto, deben ir a la cárcel.
He dicho.
Mas claro el agua.
Estoy en todo de acuerdo contigo.
Un abrazo.
Las tradiciones, las costumbres, las moralidades, las religiones … todo está y tiene que estar por debajo de las Leyes.
Último post de San Tiago en su blog… Zarkozy y Zapatero y sus confidencias
Porque el marido violador vive en Mauritania y el delito se cometió allí…
Sí, en la carcel puede que lleguen a estar o no, según indique el tribunal supremo, pero ¿y el marido-violador?
¿Porqué no se le está juzgando?
Tenía 40 años cuando se casó con esta chica.
En fin, como está cerca el pueblo, estoy siguiendo el tema; y de veras que se le caen a una los palos del sombrajo…
Último post de María en su blog… ¿Y ahora qué? (Escrito por Yoani Sanchez en Generación Y)
Bien hablado Maripuchi
Y has dicho bien, hay costumbres que nos llevan a la edad de las cavernas, solo faltaría que se deje de tirar la cabra desde el campanario y tragemos con estas salvajadas.
Hay que ser idiota para ponerse con el cartelito de «En nuestra tierra respetamos…..