1. – ¿Por qué el pan de molde es cuadrado, si el chóped, salami,
mortadela…son redondos? ¿Quién tiene la culpa de esto, lostranchetes?
2. – ¿Por qué, cuando te duele una herida, siempre llega alguien que te
dice: ¿Te duele? Eso es que se está curando…Que me imagino a Jesucristo
con los clavos, y la Virgen: ¿Te duele? Fenomenal, en tres días vas a estar
como nuevo….
3. – ¿Por qué en las películas de miedo siempre aparece una puerta cerrada
de la que sale mucha luz por las rendijas? ¿Qué hacen los espíritus ahí
detrás, fotocopias?
4. – ¿Por qué cuando yo compré el piso, a mí no me dieron la canica que
tienen los demás vecinos (pero todos) y que se les cae o la echan a rodar a
partir de las doce de la noche?
5. – ¿Por qué en las iglesias ponen pararrayos? ¿No las protege Dios? Un
poquito de confianza, ¿no?
6. – ¿Por qué cuando llegamos a lo alto de una montaña nos ponemos las manos
en la cadera?
7. – ¿Por qué abrimos la boca cada vez que miramos al techo?
8. – ¿Por qué nos da por ir a la nevera cada cuarto de hora si siempre hay
lo mismo?
9. – ¿Por qué si nunca usamos las páginas amarillas, cuando las ves en el
portal te pones contentísimo y, de hecho, piensas en cogerlas todas?
10. – ¿Por qué cuando nos sonamos los mocos abrimos el pañuelo y miramos lo
que hemos echado? ¿Qué esperamos encontrar? ¿Berberechos?
11. – ¿Por qué cuando nos cuelgan el teléfono nos quedamos mirándolo como si
el teléfono tuviera la culpa?
12. – ¿Por qué cuando nos llaman al móvil sentimos la necesidad irrefrenable
de ponernos a andar de un lado a otro?
13. – ¿Por qué cuando estamos en un lugar alto nos obsesionamos con ver
nuestra casa? «Mira, mira ahí, al lado del edificio rojo…».
14. – ¿Por qué cuando echamos una carta al buzón no podemos evitar mirar por
la ranura e investigar qué hay dentro?¿Qué esperamos encontrar?¿Un cartero
enano?
15. – ¿Y por qué abrimos los ojos cuando estamos a oscuras?¿Qué creemos?¿Que
tenemos superpoderes?.
16. – ¿Por qué nos da tanta vergüenza quedarnos en calcetines cuando vamos a
una zapatería ¿Por qué en cuanto nos traen el calzado que hemos pedido nos
lo ponemos a toda leche?
17. – ¿Por qué hay tanta gente que cuando como un helado de cucurucho, a la
mitad, muerden el piquito de abajo? ¡Si saben que por ahí les va a
chorrear!!!
18. – ¿Por qué nos hace tanta gracia que se nos quede la marca del reloj
cuando nos ponemos morenos en verano, que en cuanto lo vemos se lo decimos
al de al lado? «Mira, se me ha quedado la marca, parece que llevo reloj,
pero no»
19. – ¿Porqué cuando un aparato eléctrico no funciona no se nos ocurre otra
cosa que apretar con más fuerza el botón de encendido?
20. – ¿Por qué cuando alguien se va a poner gotitas en los ojos abre la boca
de esa manera tan extraña? ¡Es colirio, no tequila!!!!!!
21. – ¿Por qué cuando cogemos una caja de medicamentos, por muchas vueltas
que le demos, siempre la abrimos por el lado que no es y aparece el
prospecto, ahí, doblado?
22. – ¿Por qué cuando vas de viaje te sientes culpable si no visitas los
museos?
23. – ¿Por qué cuando nos enfadamos nos cruzamos de brazos?¿Qué ganamos con
ello?
24. – ¿Y por qué cuando tenemos miedo nos metemos debajo de las sábanas?
¿Creemos que así un cuchillo no atraviesa la sábana?
25. – ¿Por qué has mirado al techo al leer la septima pregunta?
Buenisimo, Estoy de acuerdo con Blanca, en el fondo todos somos muy muy parecido o un poquito animales de compañia.
Es como la ley de la tostada:
¿porque si se nos cae una tostada, siempre cae por el lado de la mantequilla?.
Me encanta tener una amiga de Vitoria, mi nombre real, vino dado por la estancia en esa bella ciudad de mi madre durante unos años.
Aun conservo una medalla que me mandaron sus compañeras , no es dificil de comprender de que Virgen es.
Un abrazo.
Esto solo confirma la tremenda igualdad de los seres humanos.
No existen razas, religiones, nacionalidades, colores políticos, costumbres, buenas o malas….
Todos somos igual de idiotas… No sé si despues de constatar esta realidad me siento confortada… por lo menos , no me siento sola….
¡¡Ay qué «pícago»!!
Si cuando vas a la zapatería siempre te quedas en calcetines, yo quiero acompañate a comprar zapatos la próxima vez 🙂
Has conseguido alegrarme la mañana de lunes, con lo mal que había empezado yo el día. Gracias!