Hacía muchos años que Felipe González no participaba de una manera tan activa en una campaña electoral. Desde 1996… y ya ha llovido. De todos es conocida su lengua viperina y sus actuaciones en esta campaña están dando mucho que hablar, como no podía ser de otra manera.
Alfonso nos recuerda a tod@s l@s vasc@s que tenemos la oportunidad de disfrutar de Felipe en vivo y en directo. Será el miércoles 5
Si puedes, no te lo pierdas.
Ayer mismo disfrutamos de Felipe en Santander. 1 hora y cuarto de mitin (o conferencia magistral). Maravilloso!!
http://psoecantabria.wordpress.com/2008/03/02/el-maestro/
No se hizo bien la ruptura con el pasado. Demasiada transición…
Pero ya van quedando muy pocos de aquella banda… pocos funcionarios, pocos militares, pocos FFyCC de seguridad del Estado… cada vez menos…
Aunque haberlos haylos y, de vez en cuando, son noticia…
Es cierto: salió, probablemente, más sucio de lo que por sus actos merecía. A eso me refería al decir que hay algo triste.
El asunto da para mucho y desemboca, inevitablemente en la cuestión del dilema ruptura/reforma subsiguiente a la dictadura. Lo que sucedió son las consecuencias de la no ruptura con el pasado.
Me vas a perdonar, Zalakaín, pero de aquella época salió todo lo sucio que podía haber salido. Que ya estaban Pedrojeta y compañía al quite…
¿El funcionario jefe puesto de coca? No seré yo la que te diga que no, pero de todo lo que pasaba en la calle no tenía la culpa Felipe.
Se dijeron muchas más cosas de las que pasaban en realidad. Amplificadas y distorsionadas desde medios que todos conocemos…
Lo triste es que había mucho más de lo que se dijo. Y es que de lo que pasaba en la calle, en las aceras, en las oficinas públicas, de eso sólo hablaron algunos que no gozaban de crédito oficial. Pero el que conoce la realidad del país de entonces, por poco que sea, sabe que lo del cambio de chaqueta no fue algo anecdótico sino una realidad.
Me refiero al funcionario-jefe, simpátioo y dicharrachero, que había cambiado los principios del movimiento nacional por el slogan «por el cambio» y dispendiaba favores estando hasta el culo de coca.
Zalakaín, ni la mitad de lo que se dijo que había. Y todos ellos fueron a la cárcel…
No como hoy, que, salvo excepciones, los corruptos por urbanismo campan por sus fueros impunemente.
Y la prensa no les da ni la mitad de cera.
Ojo, no disculpo, pero ¿qué fue exactamente lo que había hecho Juan Guerra?
Bueno. Felipe, en su día, lo tuvo relativamente fácil: una derecha filoizquierdosa y dialogante (Suárez) que, pese a las muchas discrepancias, se quedaba frecuentemente con la boca abierta escuchándole hablar (el país entero llegó a estar fascinado por el Curro Romero parlamentario en televisión), y una elegante izquierda alternativa (Tierno) que no le quiso discutir el liderazgo.
Hay algo triste en ese ahogarse en el éxito de Felipe. La corrupción la creó él abriendo a todos las ppuertas del psoe (se coló lo peorcito del país) y por la de atrás le montaron un sótano que creció haciéndole la competencia hasta desbancarlo al son machacón de «váyase, señor González».
Yo le/os deseo lo mejor y que la palabra «imbécil» no resuene demasiado.
Gracias maripuchi.
Besos