Parto inducido por coléstasis gravídica. Ese fue el diagnóstico.
Ingresé en el hospital a primera hora, a media mañana y, cumpliendo el protocolo, me rasuraron, me pusieron un enema y una vía, a la que engancharon el gotero con oxitocina. Me rompieron la bolsa y monitorizaron la cabecita de Tomás. No me podía levantar de la cama. Casi no me podía ni mover…
Para una madre primeriza, que además, no está de parto, dilatar en estas condiciones es, simplemente, imposible.
Cada cierto tiempo venía una auxiliar a mirar la dilatación, para salir de la habitación igual que había entrado. «Nada, que estás muy verde, apenas dos centímetros…».
A las tres o cuatro horas, las contracciones empezaron a ser insoportables. Llamamos a la enfermera, quien avisó al ginecólogo.
Me ofrecieron ponerme la epidural, ya que en ese momento el anestesista estaba disponible y quizá más tarde, ya no lo estaría….
Ante la posibilidad de no poder acceder a la epidural (con lo que ya me dolía), pedí que me la pusieran. Me bajaron a quirófano y tras el pinchazo de rigor, el dolor se minimizó.
Me devolvieron a la habitación ya anestesiada, con la recomendación que cada cierto tiempo fuera cambiando de postura, ora sobre el costado derecho, ora sobre el izquierdo.
Aunque pueda parecer que con la anestesia no se «padecen» las contracciones, sí que se notan. Incluso siguen doliendo. La sensación es que el inmenso bombo se tensa (momento álgido) y se mantiene tenso un rato, hasta que vuelve a su ser…
Otro par de horas en esta absurda rutina y ya a última hora de la tarde, entró la ginecóloga a anunciar lo esperado. No dilatas (apenas dos centímetros y medio en seis horas y pico). Ante el riesgo de sufrimiento fetal, hay que hacer cesárea.
Veinte minutos después, Tomás venía al mundo…
La cesárea de Lara fue distinta, como lo fue el hospital. Por el mismo motivo que la inducción de Tomás, la idea original era provocar el parto con un gel de prostaglandinas y dejar que se desarrollara de manera «natural» hasta más de 24 horas… Por motivos que no vienen al caso, no fue así. Pero tampoco fue un parto inducido. Fue cesárea y punto. No tuve contracciones ni la niña ni yo sufrimos ni un segundo más del necesario.
En mi caso, ninguna de las dos cesáreas ha supuesto una experiencia traumática. He asumido que es lo que me tocaba, aunque ahora, mucha literatura y foros después, sé que la cesárea de Tomás quizá, a lo mejor, quién sabe… pudo ser evitada.
Hay mujeres que se sienten menos mujeres porque ni siquiera se les deja intentar parir naturalmente a sus hijos. Las comprendo.
Nadie a quien se le imponga el protocolo que a mí me impusieron con Tomás podrá parir vaginalmente. Es imposible. Las leyes naturales y de la física lo impiden.
Algunos médicos aducen la edad materna (cada vez mayor) y otros factores (siempre maternos) al alarmante número de cesáreas que se producen en España.
Sin quitarles algo de razón, me pregunto si en Francia o en Alemania no influirán también estos factores. Allí el número de cesáreas es francamente inferior.
También es increíble la diferencia que hay entre el número de cesáreas realizadas en hospitales públicos y en hospitales privados… Incluso hay estadísticas de que estos procedimientos aumentan en vísperas de festivos o fines de semana.
¿Qué pasa en nuestra sanidad?
¿Piensan los médicos que las españolas hemos perdido la capacidad de parir a nuestros hijos? ¿La habremos perdido?
Toca reflexionar. Una cesárea es una operación de cirugía mayor abdominal, con riesgos, para la madre y también para el bebé, que no recibe la dosis hormonal que le corresponde al pasar por el «traumático» canal del parto.
¿Son demasiado rígidos los protocolos médicos? Al fin y al cabo un parto no es el fin de una enfermedad, es un proceso absolutamente natural. Las mujeres llevamos pariendo siglos y siglos, en nuestras casas, ayudadas por nuestras madres, por nuestras vecinas ¿Qué pueden hacer las autoridades sanitarias al respecto?
(Mis suegros tienen seis nietos. Los seis nacieron por cesárea.)
Clara, no sé si el mismo año… 2005 y 2006… Yo no he cambiado mi postura al respecto desde que escribí esto… y ha llovido ya… 🙂
No tengo un trauma… ni la sensación de haberme perdido nada «maravilloso»… pero sí la de que la primera se podía haber evitado… o no… Ahora tampoco lo pienso ya…
No había leído este post!
Vaya… fuimos mamás por cesárea en el mismo año.
En mi caso fue una cesárea justificada ya que había roto aguas dos meses antes de salir de cuentas y había sufrimiento fetal, yo que preparaba un parto natural en casa…
En el segundo caso me ahorré la cesárea, pero tuve que luchar mucho, y creo que soy la única persona que ha tenido un parto vaginal DE NALGAS después de una cesárea.
Todavía no he encontrado a otra…
Mi experiencia tras los dos partos es que me quedé con las ganas de un parto natural en casa, pero que valió la pena, y mucho, luchar para que mi segunda hija naciera cuando quería y por la via «normal». Tuvo que ser hospitalario al ser de nalgas, pero no me arrepentiré jamás de haber luchado, de pelearme, de dejar a médicos plantados que me programaban la cesarea para ya…
Por suerte en estos siete años han cambiado mucho las cosas, y los mismos médicos que me decían a mi que era una «talibana» de lo natural ahora tienen por ley que cumplir con los protocolos que yo pedía.
Creo que hicimos un buen trabajo las talibanas de hace una década, aunque todavía queda mucho por hacer.
bueno mi historia es que esperaba mi bebe en mayo del 2012 . M estuvieron mirando en el mismo hospital durante el embarazo porque tenia el doble de liquido que una embarazada normal y le impedia al niño crecer.Luego me decian que tenia un soplo .Luego no tenia nada. al fianl me tuvieron que provocar el parto al estar siete hora echando liquido y ver que no dilataba me llevaron para cesarea .Despues al nacer nacion con un derrame lo metieron en la incubadora y a partir dde ahi todo iba mas o menos bien hasta que cogio una infeccion provocada por ellos mismos y no sabian quitarsela . Fallecio el 25 de junio.Aun sin saber los medicos que le pasaba decidimos hacerle la autosia.Y ahora cuando ha llegado la autosia hay cosas que no nos entran de como han actuado desde que me hicieron cesarea con forcep sin yo saberlo.Y creo que eso no existe que los forceps a mi entender es cuando pares normal. Y de ahi mas cosas y estamos perdidos no sabemos a donde acudir porque eso si callados no nos queremos quedar. Si alguien me pudiera ayudar mandar a mi coreo macarena.31@hotmail.com.Soy de sevilla . gracias
Hola
A mi también me hicieron una cesárea in-necesaria.Pero aun hoy no se porque, pues en el informe ponía que por estancamiento pero este informe no estaba a mi nombre. Mi parto no estaba estancado. También escuche que la sala de parto estaba saturada y que yo no entraría hasta dentro de 6 ó 7 horas más tarde como muy pronto. EL PARTO FUE EN EL HOSPITAL MATERNAL DEL VIRGEN DEL ROCIO, en Sevilla.
Sara, gracias por el comentario. En realidad, no creo que sea una fanática (de las que abundan) anti-cesárea… pero merece la pena reflexionar un poco sobre el tema ¿no?
Hola Maripuchi:
Casi todas las cosas que han comentado tienen su verdad, pero como que en el parto y en las cesáreas no hay nada negro y blanco sino una mezcla de grises a veces más oscuro y otras más claro. Si las hacemos pasar mucho dolor… por qué me hicieron sufrir tanto? si me hacen la cesárea programada… que no me dan la oportunidad de probar si puedo parir.
Es una realidad que cada vez más hacemos cesárea a la mínima sospecha de que el bebé pueda sufrir algún daño neurológico que pueda ser atribuido a un parto inseguro. ¿Pero no les parece que mi meta como ginecóloga sea proveerles un parto seguro, un bebé sano, tratando de que la madre sea lo menos traumatizada posible, que esté despierta para ver a su bebé apenas nace sin que lograr esos resultados sea un peligro para mi propia integridad y salud legal?
Hasta ahora lo más parecido que tenemos para lograr ese cometido es apegarnos a los protocolos que son prácticas que probadas científicamente han demostrado ayudarnos a alcanzar esos resultados.
Es bueno saber como opinan ustedes, pero también conocer la experiencia del otro lado.
Personalmente, siendo residente de Ginecología me preparé mentalmente para tener un parto vaginal, a la hora de la verdad no tenía las condiciones para lograrlo sin poner en riesgo al bebé así que me sometí a la cesárea, tenía la misma sensación que comentaron que si no era parido no era tan madre. Esperé tres años para intentar un nuevo embarazo con la idea de un parto después de cesárea, entonces el bebé era muy gordo, y aquí estoy con tres partos por cesárea ejerciendo como ginecóloga, intentando que nuestras pacientes comprendan que no es tan fácil decidir que es lo mejor con antelación sino que elegimos lo que es mejor para el justo momento en que nos encontramos.
Gracias por tu aportación, anónima.
Y pongo otro ejemplo: tras haber pasado por cuatro anestesias epidurales, sé cómo responde mi cuerpo. Sé que hasta que no me den agua, no voy a hacer pis. Por más que esté sondada, por más suero que me pongan, lo único que hacen es inflarme como un globo.
Es el pez que se muerde la cola: si no meas, no te quitan el goteo ni la sonda … y yo sé que si no bebo, no voy a mear…
Al final, me terminan dando el agua. Y no falla: al cuarto de hora, psssssssssssssssssssssss
Los médicos son especialistas, pero los protocolos no son la ley de dios, se pueden adaptar a cada paciente…
yo he sido madre primeriza hace cuatro meses; y como Blanca he tenido un parto eterno de 4 días. Rompí aguas un mes antes de lo esperado, pero mi peque no quería salir. Despues de tres días ingresada sin que comenzara la labor de parto; por miedo a una infección me indujeron el parto con el famoso goteo de oxitocina. Estuve con el goteo 14 horas, y las últimas llorando de dolor. En varias ocasiones durante esas horas me amenazaron con la cesárea, pues no dilataba y el pulso del bebé decaía de vez en cuando (por supuesto, por la falta de oxigeno que la propia oxitocina estaba provocando), yo me mantuve en mis trece y conseguí dar a luz con un parto natural; pero he de reconocer que al final empecé a dudar de si me estaba pasando de cabezona. A veces, y en eso le doy toda la razón a Maripuchi, una persona cualquiera sabe mucho mas sobre su PROPIA SALUD, que cualquier médico. Esta historia que os he contado, no hubiera podido ocurrir ahora en Espa;a, lo sé por la experiencia de mis amigas. Yo tuve la suerte de dar a luz en un país en que el parto todavia se ve como un proceso natural y no como una enfermedad.
Sofía nació en un Geburtshaus (una casa de partos?), en una bañera, sin presencia de médicos (–>sin problemas)
Cuando uno lee libros e informes escritos por médicos tan reconocidos como los que me atendieron a mí (o más), por la OMS, etc, puede opinar sobre si le parece que los partos están excesivamente medicalizados o no lo están.
En mi caso concreto no había sufrimiento fetal previo (ni posterior) … todo fue «por si acaso…» y de libro. Así que sí, me permito opinar, que es gratis.
Hoy podría discutir con esos mismos médicos lo que en su día no hice… igual que puedo discutir con los cardiólogos de Tomás si me parece oportuno o no un procedimiento.
Que me lo expliquen, lo discutimos, pero te puedo asegurar que sé mucho más de cardiología que todos los pediatras con los que me he topado… por ejemplo.
Son médicos y especialistas, pero no lo saben todo. Y muchas veces se ciñen demasiado a unos protocolos demasiado extrictos.
No sé, Maripuchi… No sé cuánto sabes tú de Ginecología, igual es mucho, pero seguro que no sabes tanto como el equipo médico que te atendió. Afirmar tan rotundamente que no tomaron las decisiones correctas en tu caso me parece, cuando menos, osado ¿no?
Pienso que si el médico que te atendió pasase por aquí y nos diese sus motivos y sus explicaciones, quizá la cosa cambiase.
En el caso de mi primera cesárea, el protocolo NO es correcto.
Yo no digo que no induzcan partos: cuando hay que terminar hay que terminar.
Pero si a una primeriza (añosa o sin serlo), no le dejas dilatar en movimiento, hay más posibilidades de que no dilate de que lo haga…
No es necesario monitorizar intraútero al feto (a no ser que previamente haya algún indicio que lo haga imprescindible). Y esta es la única razón para estar tumbada en una cama sin moverte…
Tema epidural ni entro, claro…
Estoy de acuerdo contigo en el excesivo porcentaje de cesáreas que hay en España. Convendría que la comunidad médica reflexionara sobre el asunto y revisara sus protocolos. Nosotros hemos tenido hace dos meses y medio una niña por cesárea. También había problemas de dilatación, pero no sé si pudo ser evitable.
Pero quiero añadir una reflexión. ¿Qué parte de responsabilidad en ese alto índice de cesáreas no corresponde a la sociedad en general? Tengo entendido que los médicos tienen miedo a las demandas por daños perinatales. Alguien me contaba hace poco que en España, cada vez que se detecta un retraso mental o cualquier otro problema neuronal en un niño, los padres vuleven su mirada inquisitorial hacia el ginecólogo que asistió al parto. Así que no es de extrañar que éste prefiera curarse en salud.
Saludos.
Buf, pues entonces quedaría saber si los demás factores también son iguales en otros paises en los que dices que se practican menos cesáreas.
Y no creo que sean pocas variables a estudiar, pero así debería ser para buscar la explicación antes de concluir que es por causa de lo inapropiado de los protocolos médicos españoles.
Yo tampoco lo sé, Leg, pero la estadística es para todo.
La edad materna ha aumentado en los países desarrollados y sólo en España el número de cesáreas es alarmante…
El cruce sanidad pública vs privada no admite casi ni mención.
Yo no sé si habré tenido mucha suerte por lo que dices, Maripuchi, pero me provocaron el parto (mi niño no crecía) con todo el protocolo y 6 horas después salió por su sitio y ya está.
Tengo entendido que un factor que favorece el aumento de cesáreas es el también aumento de «primíparas añosas», que, además de una especie de insulto, es lo que somos ya la mayoría.
También creo que un factor que justifica el aumento de cesáreas es la disminución de muertes de recién nacidos y/o de problemas asociados al sufrimiento fetal en las últimas semanas de gestación y durante el parto.
Por lo que sé, que es poquísimo. Todo hay que decirlo.
Amiga,mis dos hijos nacieron de parto natural,mi señora las paso canutas (sobre todo con la primera)12 largas horas de dilatacion,yo mientras tanto…estaba de copas con la familia para celebrarlo,(me averguenzo)tuvimos la suerte de que hace bastantes años de ello,y los hospitales de Salamanca no estaban tan saturados.
Salud
Pues mi primera hija, o sea tú, tardaste tres días en nacer: rotura de aguas sin parto, dos días de espera y al tercero, oxitocina desde las 4 de la madrugada hasta las 14,30 en que viniste al mundo por medios naturales, o sea, por donde dios manda. Seguramente si hubiera sido hoy hubieras nacido por cesárea, pero en aquellos tiempos lo normal era lo natural, aunque se tardaran muchas horas… y el ginecólogo no era un cenutrio cualquiera, era Don Angel Sopeña, prócer de la especialidad y director de una clínica modélica y super avanzada en la época, «El nuevo parque», (y destacado comunista de las épocas duras), al que yo siempre respeté, admiré y te trajo a tí al mundo.
Mi hijo Álvaro nació por cesárea, después de doce interminables horas en la sala de dilatación del hospital «La Paz» de Madrid, y si a mi se me hicieron interminables para la madre de la criatura fueron un auténtico calvario, y el soniquete de «primípara añosa que no dilata» no creo que se le olviden nunca. En muchos momentos pensé, y hoy sigo creyéndolo, que hubo un cierto ensañamiento terapéutico, y un cierto reto profesional por conseguir un parto natural, que se mostró imposible desde el principio. Mi mujer llegó a amenazar con quitarse el goteo, vestirse e irnos en un taxi a otro hospital, en ese momento fué cuando optaron por la cesárea.
Yo creo que muchos médicos quieren quitarse de encima posibles partos problemáticos. En cuanto hay el más mínimo contratiempo, tiran de cesárea. Y luego están los de algunas clínicas privadas que te programan el parto, como le pasó a una conocida, que cuando estaba de sólo cinco meses, su ginecólogo ya le dijo el día en que iba a dar a luz (porque le venía bien a él, claro). Lo peor es que ella no se quejó. Otra amiga que también iba a dar a luz en una privada, acudió a la sanidad pública con también cinco meses porque se olía que su ginecólogo le iba a imponer la fecha de parto.
El parto está tan medicalizado que ya nos nos ven como mujeres que tienen un proceso natural, sino como enfermas que hay que curar. Esperemos que esto cambie pronto.