Soy de las madres que me preocupo por la educación de mis hijos. Me preocupé por buscar un buen cole. Me ocupo de hablar con las seños antes, durante y después del curso a ver qué tal van los niños. Me ocupo de preguntarles a diario qué han hecho, qué han comido y con quién han jugado.
Hace poco nos mudamos.
La semana pasada, en las jornadas de puertas abiertas del cole, aproveché que los niños estaban jugando en sus nuevas clases para pasarme por secretarÃa a cambiar la parada del autobús y notificar la nueva dirección.
Me asignan un bus que no me viene del todo mal, con parada de ida y de vuelta, según el cole, en la misma calle, mismo número.
Hoy, cuando llevo al mayor a la parada, un padre me dice que no, que a la vuelta es en la acera de enfrente. Bien, puede tener su lógica, pero menos mal que me lo dijo el padre…
La peque, con adaptación, tenÃa también hoy su primer dÃa de cole de mayor. TenÃa que tomar el bus a las 10.30. La persona que está a cargo de la niña este mes (nosotros trabajamos, claro), va a la parada, 10.30, 10.35, 10.40…. me llama «oye, que no ha pasado el bus»… llamo al cole. Me dicen que esperemos, que como hoy empiezan «los pequeñitos»… Pienso «me toma el pelo, si precisamente le llamo por una pequeñita». A las 11, me vuelven a llamar. Que la otra madre que habÃa en la parada habÃa llamado al cole y le habÃan dicho que el «turno» de hoy tenÃa parada en otro sitio y que nada.
Salgo volando del curro. A buscar a la niña para llevarla yo misma al cole. La dejo en su clase.
Ahora, las clases son de 20 o 25 niños… ya no son como las nuestras, que éramos 40. Como hoy sólo se adaptaba el turno 1, de los veinte niños, estaban la mitad. Y habÃa TRES profesores.
Voy a secretarÃa, a deshacer el entuerto del autobús y me dicen que claro, que con la adaptación, al ser horario distinto, que el bus no lo paga el Gobierno Vasco (ahhhhh, asà que hacéis adaptación porque queréis) y que no hay tantas paradas como en el bus normal; que el bus de adaptación es un «favor» que nos hace el cole a los padres.
El caso es que, efectivamente, tenemos un bus que nos queda mucho más cerca de casa, pero en el turno contrario al que tenÃamos. La niña se adaptará mañana y el viernes (y hoy que ya está allÃ, claro) y la parada está cerca de casa.
Pero no puedo dejar de pensar en la sinrazón de tanta adaptación. Más en niños que llevan escolarizados desde que tenÃan meses. Más cuando ya van al cole de mayor. Y más, sabiendo que el que no se adapta el primer dÃa, es bien fácil que no lo haga hasta pasadas las navidades. O nunca, que está lleno el mundo de inadaptados.
¿Para quién es la adaptación?
Para los profesores. Que son unos «inadaptados».
Mi nene pequeño empieza este año el cole de mayores. No hacen periodo de adaptación. La cosa ha sido sencilla. Ayer, primer dÃa, con tanto jaleo de niños ni se enteró. Hoy, con la cosa más calmada, ha llorado al dejarlo en el cole. La cosa le ha debido de durar unos pocos minutos. Al irle a buscar no querÃa salir porque allà jugaba y estaba con más niños.
Vamos, lo que hemos hecho todos. Llorar un poco al principio y luego como si nada. Mejor periodo de adaptación que ese…
Un saludo.
.-= Lo último de Adanero en su blog ..Máximas bajo mÃnimos V =-.
Pues yo, que soy el padre de las criaturas, he estado esperando al bus del hermano, que llegó con 45 minutos de retraso, porque la parada durante la adaptación, de repente ¡ay! es otra.
Poco he podido quejarme a las cuidadoras del bus, porque el chófer dijo que iban con 30 minutos de retraso y con otros niños en el bus, más desafortunados y perdidos que el mÃo.
¡Cómo me cuesta adaptarme!
Dado que escribo en primera persona… 😉
Bueno bueno solo escucho la palabra madre, ¿y padre? jajajaja
Pero estoy de acuerdo contigo en el tema. bsts
+1 RT @Maripuchi: La adaptación me toca un …. http://bit.ly/4mJVmc
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La adaptación me toca un …. http://bit.ly/4mJVmc
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