Más sobre transporte público

Dicen los «expertos» que hay que ir al trabajo en autobús, en bicicleta o en el coche de San Fernando -ya saben, unos a pie y otros andando. 

También dicen que aquí existe una cultura del coche y es cierto. 

Pero cabría preguntarse por qué. ¿Es porque la nuevoriquez nos ha invadido? Personalmente, pienso que tiene algo de pez que se muerde la cola. Verán:

Si la gente emplea mayoritariamente el vehículo particular para sus desplazamientos, el transporte público se subdimensiona. No hay usuarios que justifiquen la creación de líneas o la ampliación de éstas o la mejora de frecuencias…

Pero por otro lado, y con lo anterior en mente, también cabría preguntarse por qué no se hacen infraestructuras públicas según el censo, que para ésto está (entre otras cosas).

En las ciudades, sea cual sea su tamaño, la red de transporte público suele estar orientada para llevarte al centro. Y así suele ser en los momentos de ocio: uno vive en un barrio y cuando se va de compras o de paseo, se va al centro. Pero no en el día a día. Uno vive en un barrio y trabaja en un polígono… y entonces, pasa lo que me pasó a mí la semana pasada.

Que de casa al bus 10 min, espera al bus, coge el bus (que tiene una frecuencia de 15 minutos), llega a la parada final, camina otro tanto hasta el trabajo. Y el total es que tardo 50 minutos desde mi casa hasta mi trabajo, cosa que se reduce a la quinta parte si utilizo mi coche.

¿Conclusión? Pese a ser consciente de la necesidad imperiosa de reducción de emisiones de CO2, mi tiempo, para mí, es tremendamente valioso. Y entiendo que el transporte público no es tan cómodo como el vehículo propio y no aspiro a tardar lo mismo, pero 50-10 se me antoja una diferencia demasiado abismal como para plantearme el dejar el coche en casa.