Los niños son personas. Pequeñas, pero personas. Los padres hemos de mostrarles el mundo, enseñarles que hay opciones y ayudarles para que elijan bien. Pero desde que nacemos, la vida es una pura opción.
Elegimos meter el dedo en un enchufe y cuando nos da la corriente, aprendemos que no podemos hacer eso porque hace pupa.
Elegimos tirarnos de cabeza del tobogán y cuando nos hacemos una brecha, aprendemos que no podemos hacer eso porque hace pupa.
Básicamente, aprendemos de la pupa.
Cuando los niños están enfermos, lo saben. Tienen pupa.
Hay enfermedades que no son fáciles. Hay enfermedades terribles. Cualquiera que haya estado en un hospital lo ha podido ver.
Yo misma, afectada por la grave enfermedad asintomática de mi hijo, he visto cosas en los hospitales que hacen que se quede pequeño cualquier sufrimiento que yo pueda tener.
Mi hijo que, repito, no tiene síntomas y, por lo tanto, no nota su enfermedad, sabe que está malito. A veces, si está muy mimoso, me pide que vayamos al médico, al hospital, que está lejos y hay que ir en coche, a escuchar el corazón.
Él tiene tres años. Toda la vida por delante. Con certeza, tendrá que someterse a más de una operación. La primera, en ciernes, la implantación de un marcapasos.. y, a partir de ahí, se verá… Mucha lucha. Mucho valor el que tendrá que tener mi niño.
No puedo imaginarme cómo ha podido ser la vida de esta niña para que tanto ella como sus padres hayan dado la batalla por perdida, pero no seré yo quien les juzgue.
Cariño mío.
Un abrazo muy gordo, Maripuchi.
Los niños sufren tanto o más que un adulto cuando están enfermos pero tienen otras armas para enfrentarse a la situación y otra experiencia de vida. Respecto a esta noticia, como en otras muchas, muchos medios de comunicación buscan el titular, lo escabroso del tema y en muchos casos informan mal. La niña no ha rechazado el trasplante y ha decidido morir, eso es falso, la niña ha rechazado una operación a vida o muerte con un mínimo de posibilidades de sobrevivir por pasar el tiempo que le quede con su familia y morir el día que su corazón decida parase. Visto así no me parece tan escandaloso, nadie ha oído hablar del encarnizamiento terapéutico? muchas personas lo padecen porque hay médicos que no saben para y tiene que ser el propio paciente quien les diga basta.
Los niños que han sufrido mucho, también han madurado mucho. Es impresionante la entereza de la niña de la que hablas. Yo tampoco me atrevo a juzgar a quien toma una decisión tan difícil. Pero no te preocupes. Ya vendrán otros a juzgarles, con dureza y superficialidad, a las penas del infierno.
Mis oraciones por su niño. Un abrazo.
Espero que todo vaya bien Maripuchi. Dices mucha verdad. Cuando he ido con mi hermana, con cáncer de mama, a las sesiones de quimioterapia, ves a un montón de críos allí, aguantando estoicamente estos duros tratamientos. Y encima, te das cuenta de que son mucho más fuertes, que nosotros los adultos. Quizás sea su inocencia o que todavía no están contaminados con nuestros miedos.
Pero lo cierto, es que son pequeñajos pero son a la vez gigantes que nos demuestran mucho.