Tengo que ponerme en contacto con el hospital Ramón y Cajal de Madrid. Peor que la Odisea.
Como he contado en varias ocasiones, en este hospital no existe la organización. Cada vez que voy, está estropeado un ascensor distinto. Teniendo en cuenta que los que ya estaban estropeados no los arreglan y que es un hospital de 11 pisos más tres sótanos y tres alas, os podéis imaginar la diversión que hay en las escaleras, sobre todo cuando eres un padre (o madre) de un niño de silla, o un anciano con bastón, o una embarazada de 9 meses, o un paciente que tienes que ir a hacer una prueba al otro extremo del hospital…
El caso es que tengo que llamar al hospital porque, como siempre, han metido la zarpa y me han dado mal la cita con el niño.
Tengo dos teléfonos. Uno de citas y otro de secretaría. Llevo una hora y media marcando uno y otro alternativamente. Uno suena y suena y no coge nadie. Es el de secretaría… estará tomando café.
Otro, el de citas, comunica. Cuando no comunica, a los tres o cuatro rings, me cuelgan…
¿A que es emocionante? ¿Será amiga de Güemes la señora secretaria? ¿Querrá un traslado por méritos a un hospital tan mono de esos privados nuevos que le quede más cerca de su casa?
PS.- Hora y media después de iniciar el periplo telefónico, en citas me coge el teléfono una muy amable trabajadora (lo de muy amable es sin segundas) que, sin ningún problema, hace las gestiones oportunas.
Conclusión: ea ea ea Maripuchi se cabrea
Como sabes, y si no lo sabes te lo digo yo, trabajo en pza Castilla, relativamente cerca del Piramidón, nombre de toda la vida del Ramón y Cajal, de manera que puedo acercarme, si es necesario, no dudes un utilizarme si es necesario.
millones de besos.
¡Esta es mi Maripuchi! Además vuelves a colgar varios post al día, como en los viejos tiempos…
Shsssssss… no hables mal de sanidad, aunque joda, que nos la quieren privatizar y la mala fama ayuda.