La demagogia de la derecha ha evolucionado del señorito cortijero al buscavidas empresarial sin responsabilidad social. En el país de la especulación es temerario cubrir de honores el beneficio a corto y al nuevo rico, en detrimento de otras iniciativas basadas en el trabajo y la creación de valor. Todo es bueno en la sociedad que nos rodea y al jugador de bolsa, de ladrillo o al tiburón que navega en las aguas de la compra-venta de empresas con oscuros fines, se le llama señor en lugar de ludópata y se le consagra en el Olimpo de los dioses que nunca crearon nada. ¿Ayuda el modelo de crecimiento español al negocio que algunos tienen montado? . Desde luego es un ejemplo. Si seguimos ahondando en la mano de obra barata y en los negocios de nula aportación, incidiremos en un modelo típico de los países en desarrollo, incapaces de competir a nivel global.
No se crea imagen de país flexibilizando el mercado laboral a cascoporro, porque no es cuestión de abaratar, sino de aportar intangibles. No se crean productos de valor añadido competitivos en el exterior desde la mano de obra barata o desde la escasa diferenciación en algo que no sea precio. Ese modelo ha terminado y países como China o la India certifican que no se puede competir como se ha hecho hasta hoy. Ante todo esto, la demagogia de la derecha tratará de mezclar churras con merinas y de que la factura que ellos han ayudado a crear la casino paguemos entre todos, a la vez que les proporcionamos nuevos mecanismos para seguir con su banquete en el futuro. ¿Aceptará el gobierno el envite que se producirá dentro de poco tiempo?. Durante estos meses no, pero cuando el paro empiece a multiplicarse, la tentación de una solución a corto es probable que le incite a medidas como las del 95. Si eso ocurre volverá a significar el triunfo del empresario “ Fregonetero” ante la seriedad de la construcción de un nuevo modelo de desarrollo realmente europeo.
¿Significa esto que se deba abandonar a la empresa española a su suerte?.Desde luego que no. Significa que tenemos que preguntarnos hacia donde es conveniente que se dirija la actividad económica de este país para crear puestos de trabajo de calidad, basados en la productividad y la competitividad. Y para eso, se deberán favorecer legalmente las iniciativas convenientes, discriminándolas de las que no lo son. Es preferible que se ayude multiplicado por 4 a un chaval con una buena idea de negocio o por 3 a la reconversión de una empresa tradicional hacia mentalidades y modelos de calidad o exportación, que la ayuda contraproducente de una nueva ley basada en el café para todos y el sacrificio de algunos. Ese es el nuevo reto de este gobierno; el de discriminar iniciativas pidiendo compromisos sociales a cambio. El de enfocar la actividad empresarial hacia la competencia en los mercados internacionales. El de liderar un cambio en el modelo de desarrollo para el que España tiene mano de obra más que cualificada.
Las últimas declaraciones de Zapatero hablando de I D I son esperanzadoras. Ahora solo queda ver si son de verdad y sus modificaciones ministeriales quieren coger al toro por los cuernos o solo son nuevos fuegos de artificio.
Los hay y muchos. Los principales interesados en diferenciar entre los auténticos empresarios con responsabilidad social y los que tienen una empresa ( constituir un s.l cuesta 500.000 pts y una mañana) deberían de ser ellos mismos. A partir de ahí creo que es un buen momento para cambiar las bases en la realción Estado-Empresa. Mañana hablaré algo más del tema
Por el momento, y por lo que veo cada dia… cada vez hay mas pistoleros en todos los sectores que abren una empresa, se sacan una cantidad mas que sustanciosa, la dejan ir a pique, se abren otra, se sacan otra pasta, la dejan ir a pique… y asi sucesivamente.-
El problema es el de bajar todas estas nuevas propuestas a la realidad. El ministerio de innovación tiene mucho trabajo por delante; si lo hace bien, el proceso será lento, pero a la larga puede ser el paso que necesita España. Pasaríamos de ser un país cuya percepción de calidad en el exterior es media a que se relacione España con diseño, fiabilidad, vanguardia….toda esa serie de intangibles que al final son los que suponen la diferencia a la hora de poder cobrar más, vender más y pagar salarios más altos. Pero para todo esto, el Estado tiene que liderar, porque la empresa española ( salvo excepciones que las hay) no está sabiendo hacerlo sola.
No puedo estar más de acuerdo con el análisis del modelo.
Nunca los trabajadores españoles estuvieron mejor formados… y nunca estuvieron peor pagados…