El otro día saqué un par de horas para ver la última peli de Michael Moore, Sycko. Muy en su línea, tipo documental, el tipo nos cuenta cómo funciona la sanidad en los EEUU. Y lo que es peor, nos cuenta cómo funcionan las compañías aseguradoras (de la salud) con sus pacientes potenciales y reales.
En EEUU la sanidad es privada. Si vas al hospital porque te has clavado una espinita en un pie, te cobran. Si vas al hospital porque te ha dado un ataque de apendicitis, prepárate para la factura que te van a hacer pagar al salir… Si necesitas que te revise un especialista porque, digamos, te duele la espalda, tendrás que estar preparado para pagar al traumatólogo o quiropráctico, a los que te hagan las radiografías, a los que te hagan una resonancia… El viejo dicho de pagar por respirar.
En esta vida, todos terminamos poniéndonos malos alguna vez. Así que los que pueden (y les dejan) optan por pagarse un seguro sanitario privado que les cubra, según tarifas, unos servicios u otros.
A la hora de solicitar cobertura sanitaria, la gente está expuesta a la voluntad de
¿Prácticas para el perfeccionamiento de la raza? Si ésto se hiciera en cualquier país europeo estaríamos hablando de barbaridad… como lo hacen en EEUU…
Parece de otro mundo, pero aquí, donde la cobertura sanitaria es universal, las aseguradoras privadas hacen lo mismo. Aquí, puede tener su lógica: la aseguradora está para ganar dinero y con un paciente que potencialmente enfermará mucho, pues poco negocio pueden hacer. Me parece repugnante desde el punto de vista moral, pero aquí, cualquier persona tiene garantizada la atención sanitaria pública, con lo que no queda nadie desatendido.
A lo que voy, y es lo que trataba de hacer ver la película a un público estadounidense que piensa que sanidad pública universal es sinónimo de comunismo (como si el comunismo fuera el lobo feroz, por otro lado…). Lo que hay es que nadie se preocupa de la salud de nadie: ni el estado, ni mucho menos una empresa privada, que lo que busca es su propio beneficio.
Ni siquiera depende de si tienes dinero para pagar una cobertura sanitaria privada. Estás a merced del criterio de un comité de evaluación médica de una entidad con ánimo de lucro, que no dudará en echar para atrás un expediente si no lo considera rentable.
Independientemente de filias y fobias, los ciudadanos tenemos la oportunidad de elegir, cada cierto tiempo, cuál es el modelo de sociedad que queremos. Cómo queremos construir nuestro futuro. Hay que leer la letra pequeña de las promesas que se nos hacen en estos tiempos preelectorales.
¿Bajar impuestos? ¡Claro! ¿A costa de qué? ¿A costa de quién?
Yo quiero una sociedad que mire al futuro con optimismo, que busque facilitarle la vida a las personas que lo necesitan en todos los ámbitos de la vida.
Hay que saber copiar.
Hay que saber copiar, sí. En muchas comunidades autónomas de España (como la valenciana) parece que se está intentando copiar el modelo estadounidense, privatizando todo lo privatizable.
Saludos.
Sinceramente de momento me quedo con nuestro sistema… los médicos tienen un juramente por el que han de hacer todo lo que puedan por salvar al paciente, no? Pues eso tendría que decirlo todo… TEngo una amiga cuya pareja acaba de sufrir su tercer o cuarto ataque al corazón, le han aconsejado que se opere inmediatamente, pero vive en un pais africano en el que esa operación cuesta una jartá y no le es posible… tampoco puede venirse aquí porque como no es occidental no le dan el visado… en fin! Más vale malo conocido!
Bueno, siento ser pesimista, pero me temo que, a la larga, ese lamentable modelo sanitario estadounidense lo veremos funcionar por aquí. Tal vez antes de lo que pensamos. En la Comunidad de Madrid, Aguirre y el PP, se han empeñado en que la sanidad la gestionen empresas privadas. El primer paso fue hacer tambalear la cosa para que pareciera que era un desastre, ¿os acordais de la que montaron con las eutanasias del doctor Mora? La gestión de los jerifaltes ha sido tan terrible, que las listas de espera se han elevado quasi exponencialmente, y la «solución mágica» que propone Aguirre es la de pagar con pasta pública la construcción de un puñado de hospitales y luego ceder su gestión a empresas privadas.
La conclusión es obvia, si nadie lo remedia, en unos años los madrileños tendrán que rascarse el bolsillo para que les receten un antigripal.
Y cuando llegue ese momento, si alguien protesta, será muy sencillo echar la culpa al Estatut, a los inmigrantes sin papeles, a los socialistas, a los ateos, o a cualquiera que pase por allí en ese momento.
Los que no tienen seguro tienen opción a MediCare, que es una especie de ayuda social por un mínimo muy mínimo para el que lo pueda pagar y gratis para el que no. Pero cubre lo justo, y si tienes una enfermedad grave te dan por ahí.
Yo siempre he dicho que, teniendo dinero, EEUU es el mejor país para vivir. Eso sí, que nunca te falte el dinero…
Ya, Ruth, y si, como dice más arriba Javier, te quedas en paro?
No dudo que hay hospitales en EEUU que son la bomba, pero los habrá como en botica: buenos, buenísimos, y también malos y normales…
Hola, guapa.
Yo no he visto la peli del Moore, pero es uno de mis ídolos y seguro que estoy completamente de acuerdo con él. De todas formas, te voy a puntualizar un par de cosillas que sé por experiencia, sin querer decir que la sandidad de EEUU sea superior a ninguna.
Trabajé allí siete años, como profesora en una escuela «pública» (recibía subvenciones del estado californiano pero se gestionaba como una privada, no daba cuentas a nadie). Según entramos, nos dieron nuestro seguro médico sin ningún tipo de reconocimiento anterior. Vamos, que si llego a ser diabética o a tener cáncer, nadie lo hubiera sabido.
La forma de pago del seguro era tal que así: el distrito escolar ponía, pongamos como ejemplo, mil dólares para tu seguro médico. Si en el seguro sólo entrabas tú, el precio que pagabas era mucho menor (imaginemos, quinientos); los primeros años el distrito nos dio a nosotros la diferencia, pero luego salió una ley que prohibió esta práctica. El problema era cuando tenías una familia numerosa, como un compañero mío con tres hijos: tenía que poner de su bolsillo porque era mucho más de mil dólares, y no le cubría el cien por cien (tuvo que pagar más de mil dólares cuando nació su tercer hijo, y ni siquiera hicieron noche en el hospital). Y no podías decir que no al seguro que te ofrecía el colegio, tenías que coger ese por ley.
Mi seguro funcionaba como el de una aseguradora de coche: si tenía algo grave, los primeros trescientos dólares los pagaba yo y el resto los ponía el seguro. Con las medicinas, lo mismo: sólo pagabas un tanto por ciento. Un compañero de piso tuvo que operarse la rodilla y la operación fue inmediata (una semana de pruebas), en un hospital que daba gloria verlo y con la tecnología más avanzada que os podáis imaginar. Le llegó la factura y vio que el precio había sido de 20.000 dólares (por dos horas de anestesia y un agujerito en la rodilla), pero él sólo tuvo que pagar trescientos. Una amiga acaba de tener un bebé prematuro y han tenido que ingresarlo en San Francisco: su seguro le paga un apartamento en pleno centro de la ciudad -ríete tú de los precios de Madrid o San Sebastián- mientras el bebé esté ingresado para que pueda estar con él (preven tres meses de ingreso).
Con esto quiero decir que hay de todo, como en botica. No niego que está mucho peor que aquí, y supongo que dependerá de estados -California es, con mucho, el más progre-, pero no es tan negro como lo pintamos en Europa. Eso sí, no se puede hablar con ellos de la sanidad universal. Su lema: ¿por qué voy a pagar yo por la enfermedad de otros? (Es el mismo argumento que esgrimen a favor de la pena de muerte: ¿por qué voy a alimentar a un criminal el resto de su vida?).
Sólo quería añadir un pellizco de experiencia propia, pero me he alargado una jartá. Besotes.
Me olvidaba decir no hace mucho bajé de la red e intenté ver el pelicumental de Moore; estuve tentado de echarle perseverancia, pero mi religión me prohibe aburrirme, así que me dije que mejor lo intento otro día/año.
Existe, está claro, esa polémica; de opiniones acerca de dos sistemas -a mi entender- aberrantes. Lo que yo encuentro aberrante de ambos sistemas es la tecnologización e industrialización de la atención sanitaria, que es la consecuencia necesaria de su existencia al servicio del sistema industrial; aquí no se trata tanto de cuidar seres humanos como de reparar trabajadores.
Eso hace necesarias inversiones descomunales en los sistemas sanitarios que, así, se convierten en grandes negocios y/o en macrocomplejos parasitarios cuya financiación es cada día más difícil e hipotecante.
Yo creo que esta evolución tiene un final cercano, porque esa hipoteca sanitaria pronto será impagable. La «solución» liberal consiste en exonerar a los pobres de la financiación liberándolos de las prestaciones, lo cual hace que el sistema crezca aún más velozmente ofreciendo «terapias» cada vez más disparatadas.
Yo soy optimista; la solución está cerca porque no es posible empeorar mucho más.
Bien.. bajar impuestos siempre a costa de bienestar social. En los USA lo peor no es eso.. es quedarte en tierra de nadie… los pobres-pobres de solemnidad tienen derecho al sistema de salud gratuito, los que tienen la oportunidad de que su empresa -o ellos mismos- les de seguro de salud como beneficio social, no hay problema.. pero ay! de tí si te quedas en paro.. porque ni tienes seguro de salud porque en el momento que la empresa deja de pagar dejas de tenerlo, ni eres lo suficientemente pobre para optar al sistema de salud publico. En España existe MUFACE para los funcionarios.. pero cuando la cosa es grave pasan a la SS. Yo también he viajado y hasta ahora el único sistema que veo superior al que aquí tenemos se encuentra en Francia.. imitemosles.. dejemos al resto con lo suyo
Cuando hablo de gente que viene aquí no me refiero al pobre africanito, sino del típico inglés que cobra el triple que cualquiera de nosotros. Estoy de acuerdo en ayudar, pero en ayudar al que lo necesita, no al que tiene la pocaresca de saber que aquí le van a atender gratuitamente.
Y muchos estadounidenses se van a Canadá, donde la sanidad también es universal.
No sé cuáles serán las estadísticas de lo que apuntas de los que vienen (o van) a países donde pueden ser tratados gratuítamente, supongo que una mínima parte del total de los pacientes.
Con todo, si aquí tenemos los medios ¿por qué no ayudar al prójimo?
Millones de extranjeros cotizan ya en España, por cierto…
Muy buen tema el de este post. Yo particularmente conozco la sanidad de muchos países por haber vivido en ellos. En Holanda la sanidad funciona de modo similar que en EEUU. Allí conocí el caso de una española que se le rompió la cadera. Le dieron una lista de espera de varios meses. Se vino a España e inmediatamente la ingresaron en urgencias.
En Portugal,por ir al médico debes pagar una cantidad símbolica (euro y medio o algo así) A mi me parecía que estaba bien porque hay gente que se pasa el día en el médico por temas absolutamente nímios que muchos ni haríamos caso (Supongo que muchos estarán en desacuerdo con esta afirmación)
En EEUU la sanidad no sólo es mala sino que es carísima. Un seguro normalito cuesta tranquilamente 7.000$ al año. Hay gente que aún teniendo cancer debe seguir trabajando para poder intentar pagarse el seguro médico y las medicinas que necesite, algo absolutamente impensable en España.
A mi hay una cosa que no me gusta de España y es que la universalidad del sistema hace que muchos extranjeros vengan a España a ser atendidos de dolencias que en su país bien no les atienden bien se demora mucho en el tiempo. Todo ello, por su puesto, sin pagar los correspondientes impuestos que sí pagamos los que estamos aquí. Con todo, espero que nunca cambie nuestro sistema.Sistema mundialmente conocido por su calidad y universalidad.
Hola Cristina, aquí un compañero dándote la bienvenida y otro consejillo: en este mundo del copy/paste también tendremos que aprender a pegar.
Que lo pases bien entre nosotros.
Goyo
22-ene-08