Uno de los libros más maravillosos que he leído nunca ha sido El Maravilloso viaje del pequeño Nils Holgersson, de Selma Lagerlöf.
Me lo regaló un amigo de mis padres, hoy fallecido en junio de 1984. Tenía yo 11 años.
No lo leí entonces, sino dos años después. Según la inscripción de mi propio puño y letra «empezado el 13 de agosto y terminado el 25 de agosto de 1986».
Siento no hacer lo mismo que Óscar Sanz. Por motivos sentimentales, no me desprenderé de mi libro, pero si tenéis oportunidad, no dejéis de leerlo. Una auténtica belleza, de las que te dejan con una sonrisa cada vez que pones el marcador de lectura…
Eso sí, he recordado que tengo que releerlo. A ser posible, este verano…
Tenías que haber sido tú…
Un solo libro como este justifica un premio Nobel. Comparto el recuerdo contigo. Si adoro la capacidad de fascinar de la literatura, en parte es responsabilidad de Selma Lagerlof. Bueno, y de Don Julio Verne: ¡¡¡Me llevó al centro de la Tierra!!!