– No me quito esto de la cabeza.
– Deberías parar
Bien. Ok. De acuerdo. ¿Cómo parar? ¿Parar qué? Puedo parar algo en movimiento pero ¿y si no hay movimiento? ¿y si pararlo no está en mi mano? ¿Tenemos un interruptor que podamos accionar a voluntad? De haberlo, ¿tenemos voluntad de accionarlo?
Una me sube y una me baja. ¿Cuándo acciono el interruptor?
Al final el debate se centra entre el poder y el querer. ¿Puedo pero no quiero? ¿Quiero pero no puedo? Me dejo llevar por la marea, que me lleve donde quiera… Mientras me lleva, no pienso demasiado. Mientras no pienso, sufro lo menos posible. Si no sufro, ¿no existo? Si sufro ya noto yo que existo, entonces ni me hago preguntas.
Un día, otro día… Trabajo (mucho, afortunadamente), rutina, trabajo, lecturas, trabajo, escritura, trabajo, más rutinas. No pienso. ¿Para esto tanto sufrimiento?
No pensar es morir un poco. ¿Lo es?
Estuve tantos años sin pensar que cuando recuperé el pensamiento si algo me juré fue que nunca iba a volver a dejar que pensaran por mí. Si dejo de pensar en algo ¿dejo de pensar en todo? ¿puedo seleccionar los pensamientos que tengo y decidir que no quiero pensar en algo en concreto? ¿Cómo se hace eso? Decido que yo no soy capaz de accionar esa tecla de ¡corten! ¿Se puede no pensar? A veces lo intento. Sólo lo consigo dormida. ¿Me quiero dormir? ¿Puedo dormirme a voluntad? ¡Con el trabajo que me ha costado despertar!
Paro. Al siguiente segundo arranco de nuevo. Así llevo meses. ¿Es malo? No, si no me impide hacer «vida normal»… ¿qué es vida normal? Atenderme a mí y a mi familia, desempeñar mi trabajo con eficiencia y eficacia, realizar actividades que complementan mi espíritu y mi vida y que me encantan y que me llenan… Nada me llena del todo ¿es normal? ¿Es posible que nada nunca me llene del todo? Vale, a ratos sí, claro… Puedo concentrarme en un tema y seguir ese hilo, pero no es eterno. Al cabo del tiempo llega el inconformismo.
¿Puede uno anestesiarse permanentemente? No pensar es hacerlo. Forzarte a no pensar es hacerlo. ¿Quién quiere vivir anestesiado? ¿Vivir no es cuestionarse permanentemente la vida misma?
¿Debería parar? ¿En serio?
Ya lo creo, PARAAAA! Es como los pensamientos repetitivos persistentes, cuando aparezcan, le dices, Cancel, o algo así, a veces funciona y otras no, 🙂
Luego te llamo, Besosssssss