Una de las costumbres hispanas más extendidas, diga lo que diga el sheñor Rajoy, es la de mentir en el currículum.
La gente miente hasta extremos insólitos. Fundamentalmente en lo que respecta a conocimientos de otras lenguas, habilidades informáticas y actividades extracurriculares (pertenencia a clubs de campo, aficiones varias por la lectura, el cine o la ornitología). Informaciones estas últimas, desde mi modesto punto de vista, absolutamente sobrantes en un currículum.
Así las cosas, no es infrecuente que en una entrevista, el entrevistador se sorprenda de un nivel alto de francés, por ejemplo, aunque el propio currículum indique que es así y se expongan los méritos en forma de títulos (o de lo que sea) que demuestran que ese nivel es tal.
Ésto me pasó a mí. Hace varios años ya, en una entrevista para un puesto de supervisión de Call Center. Los requisitos eran los habituales: experiencia previa, nivel alto de inglés y/o francés… El entrevistador comenzó en español y al poco tiempo, cambió de registro y continuó la entrevista en francés y luego en inglés, sorprendiéndose de mi nivel en ambos. Yo le contesté «¿pero no eran requisitos imprescindibles?» y me dijo que «sí, pero como la gente miente….»
El caso es que otra de las sorpresas que suelen llevarse los entrevistadores es que el entrevistado se exprese bien. ¿Perdón?
¿Y qué es lo que esperan? ¿A Belén Esteban?
También me pasó a mí. «Qué bien te expresas», me saltó la técnica de RRHH… y mi boca en O, y encima, teniendo que dar explicaciones… «es que leo mucho», es que … es que…
Pero bueno, ¿¿¿qué esperas de una persona con una carrera, un postgrado y que habla varios idiomas correctamente, que no sepa hablar???
En fin, el colofón a ésto suele ser el ofrecimiento de un sueldo mil e incluso submileurista, con lo cual la boca en O se convierte rápidamente en la sensación de que te están tomando el pelo. Vilmente.
jajaja. tienes razón, Maripuchi y yo debo de ser de los pocos en España que se lo desinfla.Cuando me repatriaron y cambié de empresa no me llamaba ni Dios y tuve que » amoldarlo» a la experiencia que se supone que se tiene que tener para mi edad. una putada…y bastante frustrante. Por jota o fandango, siempre jodidos
Pues yo soy un especialista en mentir en los curricullums y, la verdad, me ha ido muy bien.
Se trata de ponerles lo que sabes que esperan leer de tí. Eso te garntiza ya una primera entrevista, que es más del 50% del éxito. A partir de aquí interviene el factor humano. Si eres persuasivo y logras que se hagan la ilusión de que realmente eres el tipo o la tipa que necestan, poco les importarán ya las lagunas que, poco a poco, filtrarás sobre tu historial.
Sé que parece un tanto cínico pero aseguro que cuanto digo es real, demostrable y, sobre todo, de fácil aplicación.
Eso en conocimientos pero a la hora de hablar de experiencia….., ahí es la leche!!!. «mire, he trabajado en jardines de infancia durante dos años» (llevaba a la sobrina a pasear a los columpios), «sí, me he pasado cientos de horas en las bibliotecas» (¿algún sitio mejor para ligar?). Claro, que no falta decirlo, hay que presentar justificantes así que presentas hasta aquella carta que un vez, sin darse cuenta de que había utilizado el papel con membrete de la empresa te envió tu tía agadeciéndote que te hubieras portado tan bien con su sibrina…)
Ay, maripuchi, en el país donde el que no defrauda a Hacienda es porque es «gilipollas» ¿que querías?
SUERTE!!!!!!!
Ahhhhh, claro!!
Mi premio Nobel de física cuántica, junto a mis varios doctorados cum laude en varias materias, me permiten opinar sobre el tema de tu entrada con total conocimiento de causa: que va mujer, los españoles no mentimos nunca. En todo caso adornamos ligeramente la realidad.