Cosas del domingo tarde

Tengo un montón de cosillas pendientes… y la mayoría relacionadas con los diversos cambios de plataforma que ha sufrido esta casa en los últimos meses… actualizar links que se han ido a paseo, actualizar algunos plugins que no van bien con la nueva versión de la cosa, alguna utilidad nueva que no va… dos memes, un premio brillante… arghhhhhh

Y, sobre todo, cacharrear…. Veo que las opciones para postear archivos multimedia se han incluído (aleluya) en el menú de administración y, por lo tanto, auguro que será más sencillo de manejar cuando, por fin, haya tenido tiempo para trastear todo como es menester… y cuando logre que funcionen, que ahora mismo, no están operativos porque le pasa no-sé-qué a mi servidor.

Sin embargo, elegí un mal día para dejar de fumar trastear. Mañana comienzo a trabajar en una empresa nueva; nueva para mí, obviamente, que la empresa en cuestión lleva bastantes años dando guerra por ahí. Y tengo mil asuntillos que dejar solucionados como

• la ropa que llevaré,
• el perfume que me pondré,
• decidir si llego un cuarto de hora o cinco minutos antes de la hora de entrada,
• si me maquillo o voy con la «cara lavada»…
• los pendientes, bolso y otros accesorios… (según escribo ésto me estoy acordando de mis frívolas favoritas a.k.a. Baimorali y Olguchín)
• ….. largo etcétera

Por si fuera poco, algún quehacer doméstico se interpone entre los pensamientos descritos en el párrafo anterior y el trasteo de las nuevas opciones de wordpress.. y toqueteo de las cosillas nuevas del blog. Intuyo que en este par de semanas próximas, no tendré mucho tiempo disponible para ésto… o sí…

También me comprometí ayer a publicar un par de fotos de la excursión vespertina (btw, menos mal que aprovechamos el día, porque hoy llueve diluvia ooootra vez), que aquí expongo:

Las dos están sacadas en el parque de Salburúa, uno de los 8 que forman parte del Anillo Verde de Vitoria. La primera está casi al final (o al principio) del recorrido que solemos hacer, que es rodear la balsa de Betoño (la más grande del humedal), la otra, a mitad de camino, es donde más disfrutan los enanos… viendo patitos, fochas, gruyas (o algún pájaro del estilo, que sin gafas y a pi metros, no distingo).

Había bastante gente, para lo lo que suele… se notaba que la primavera llamaba a la gente a salir a disfrutar del buen tiempo… pero, como digo, hoy la cosa ha vuelto a su ser… osea, a estar asqueroso.

En fin, sin más. Voy a meditar…