Contestando a Ratzinger

En España el único matrimonio que es legal es el civil.

Si uno, además, quiere que su dios le bendiga la unión, pues se va a su templo, sinagoga, mezquita o donde sea, y su líder espiritual le da el visto bueno en nombre del dios en cuestión.

Debido a los tejemanejes históricos de la iglesia católica en el Estado, la iglesia católica tiene el privilegio de gestionar el papeleo del juzgado en nombre de los contrayentes (algo absurdo e impensable en caso de otras religiones). De hecho, esto es nuevo. En 1971 cuando se casaron mis padres, hubieron de ir al juzgado a casarse y firmar los  papeles convenientes y dos o tres días después (sin que nadie les considerara casados a efectos logísticos… ¿¿¿???) pasar por la vicaría.

Hoy, con la estadística subiendo en favor de los matrimonios exclusivamente civiles (y más que lo hará, en cuanto deje de existir el absurdo rumor que dice que las bodas civiles son sosas…) sigue pareciéndome fuera de lugar el comentario del papa de Roma diciendo que «lo que dios ha unido que no lo separe el hombre» y digo yo ¿y si no te ha unido dios? ¿Y cuando hay dinero de por medio? 

Ya sé que sólo tienen que seguirle los católicos, pero él no habla sólo para ellos, sino para todos. Así que cada vez que dice barrabasadas como ésta, me apetece contestarle a la cara…