No sé si lo que me llama más la atención de la noticia surgida ayer es que el Concordato esté aún vigente o que el Tribunal Constitucional haya dado la razón a la Iglesia.
Lo que es inconstitucional es que el Estado siga manteniendo en vigor unos acuerdos firmados con la Iglesia a finales de los años 70 por los que un Estado ACONFESIONAL cofinancia una institución privada con leyes al margen de la vida terrena. Lo que es inconstitucional es que una empresa privada (Iglesia) elija trabajadores que paga el erario público y que los pueda despedir sin más razón que su estado civil, o su fortaleza moral … vamos, que te despido porque te tiras a alguien con quien no estás casado … mmmmmm
Curioso rasero moral. Es más criticable una mujer divorciada que rehace su vida con un hombre que un cura pederasta. Caramba!
Por ésta y otras razones, la que suscribe, decidió (junto con su marido) apostatar hace un par de años.
Remití una carta al Arzobispado de mi ciudad. Me la contestaron recomendándome la profunda reflexión (como si no estuviera la decisión suficientemente reflexionada).
Les volví a contestar y me respondieron con un modelo de Apostasía, que rellené. Tuve que ir a la Parroquia donde había sido bautizada (afortunadamente en aquel entonces vivía en la misma ciudad …), convencer al cura de la parroquia (que no fue tarea fácil) para que firmara (actuando de testigo) en el documento.
Reenvié la misiva de nuevo al Arzobispado y más o menos al mes, me llaman para preguntarme que en qué parroquia me habían firmado el escrito (el c del cura, al no poner más que su firma, ni sello ni nada, pues es como si lo hubiera firmado yo).
Tras hablar con quien me llamó un rato y explicarle por enésima vez todo el proceso, y, aunque no he recibido escrito alguno de confirmación, sinceramente, me doy por APÓSTATA … aunque no tengo claro que ellos hayan tomado buena nota del tema.
Mi marido, que siguió el mismo procedimiento que yo, no ha conseguido su fin. Le mandan una carta en la que dicen que quieren mantener una conversación «cara a cara» con él (claro, él al ser de Logroño, no tiene tan fácil el desplazamiento) y osan decir que si quiere emprender acciones legales (por el tema de protección de datos) que lo haga … Manda truco!!
Me parece estupendo que cada cual crea en lo que quiera, como si quieren suicidarse en masa siguiendo a algún iluminado. Pero NO quiero sostener más a una iglesia que considero dañina.
A ver si los señores del Gobierno toman nota de mi voz y la de miles de españoles. No se trata de borrar a la Iglesia del mapa, si no de darle su justo lugar, el que les pertenece.
Otro día, más.
Agradezco enormemente la ayuda que me ha prestado el Sr. Rouco Varela y el Papa Benedicto. Hasta ahora me consideraba agnóstico, pero ante los discursos de estos Sres. creo que el Dios justo que ellos pregonan brilla por su ausencia. Recomiendo la audición de una canción con letra sustanciosa de Athaualpa Yupanki (palabritas sobre dios).
La presencia pasiva en la Iglesia Católica hace activa la relación de la que esta hace uso para obtener prevendas, aduciendo que de 100 españoles, 100 son Católicos Apostólicos y además……Romanos.
No dejes que piensen por tí.
Salud.
Hace tiempo que ejerzo de anticlerical (pese a haberme educado en jesuítas).
No trato de convencer a nadie pero sí al perezoso. Hay cosas para las que no nos debe dar pereza, y ésta, creo, es una de ellas …
Si, como en Alemania, tuviéramos que pagar forzosamente impuestos a nuestra confesión … seguramente, en España, bajaría drásticamente, el número de «afiliados».
Como aquí, pagamos todos … que es que es muy fuerte … pues me enerva y lucho.
Alaia eta borroka 😉
Me parece fantástico que haya gente como vosotros que tiene los bemoles de acometer su baja en la iglesia católica. A mí me produce una pereza tremendial, creo que todavía no me quiero convencer de que siguen existiendo :-[
Sencillamente, hay que revisar el Concordato. Es un documento, en principio, anacrónico. Estos tiempos no tienen nada que ver a los que existían cuando se firmó. (Y dudo que lo fueran entonces)
En segundo lugar es parcial e ilegal. Un documento firmado por dos países no puede atentar contra la Norma Fundamental de ninguno de ellos.
Y por último es injusto, engañoso y carente de principios. Todo lo que atente a cualquier derecho humano es una indignidad, y suena horrible que la iglesia católica sea precisamente la que realice el atentado.
España es nominalmente católica por razones que a mi se me escapan. Nos inscriben en su «libro» recién nacidos, sin preguntarnos si queremos formar parte de él y cuando nos queremos borrar no lo permiten. Solo quieren que seamos un número para pedir en consonancia, cuando la realidad es que católicos que sientan y practiquen la religión es un porcentaje mínimo. Solo hay que echar una ojeada a las iglesias los domingos y fiestas de guardar para saber cuantos católicos hay. Y solo que hay que echar una mirada en derredor para saber cuantos cumplen los 10 mandamientos y todas las demas cosas, sacramentos incluidos.
Hay que exigir una revisión del status quo y que se acabe ya el poder temporal de una sociedad religiosa tan buena como cualquier otra.
Me encantará que, una vez leída la sentencia, te acerques por aquí para resumirnosla. 😉
Eres bienvenido. Saludos.
No he podido leer aún la sentencia del TC, por lo que no voy a dar mi opini´çon sobre algo que sólo sabemos a través de la prensa (que suele equivocarse, muy habitualmente, cuando se trata de comentar sentencias o cualuier tema jurídico… por razones obvias: en España todo el mundo cree ser médico o abogado)
De todos modos, no creo que la STC se pronuncie sobre la cuestión de fondo, es decir, sobre la razón o no para poder despedir (si es que ha sido un despido, realmente, que creo que no lo fue), sino solamente sobre la cuestión formal que prevé el famoso Concordato, que no es otra cosa sino un Tratado Internacional vigente, que hay que cumplir.
La culpa, realmente, es de que no haya ningún Gobierno hasta la fecha -como muy bien decíais las dos (Mari y Blanca)- que se atreva a plantar a la Iglesia Católica y no haya más acuerdos que los que pueda haber con otro tipo de asociaciones civiles.
En fin, que yo hasta que no lea la sentencia no me pronuncio sobre la decisión del TC.
Saludos y, por cierto, un blog muy interesante que, con tu permiso, voy a seguir leyendo.
Xavier – Tarragona
Maniobras Orquestales… en la Blogscuridad
Siendo como es España un Estado aconfesional, laico y constitucionalmente democrático, resulta sonrojante que aún se mantenga el fastuoso poder de la iglesia católica. Más que sonrojante, vergonzoso.
Por el mismo motivo, que le den cancha a los musulmanes, que por cierto en España ahora hay muchísimos; o a los judíos, que aunque tantos no hay también son una confesión existente en España.
¿Cómo es posible que este anacronismo pueda chocar con la Constitución? ¿Cómo es posible que tenga tanto poder un lobby religioso que no tiene reparos en atentar contra las Instituciones del Estado en sus medios propios de comunicación? ¿Por qué no se termina YA con ese estado de cosas y se pone a la iglesia católica en su sitio, es decir, en las iglesias?
Ya desde los confesionarios han sido la guía de muchas personas, interviniendo desde las sacristías en vidas y haciendas. Ha habido un Papa que ha amparado el nazismo, han ensalzado la dictadura de Franco y otras muchas en Hispanoamérica, tienen un emporio de riqueza y en ella viven desde el máximo dirigente hasta cualquiera de sus curas, a los que les pagamos el sueldo con nuestros impuestos, han apoyado a los poderosos en contra de lo que hubiera debido ser su rebaño, según las doctrinas de su fundador: Jesucristo.
Si uno lee el Nuevo Testamento, y yo lo he tenido que leer forzosamente mucho durante muchos años, hacen exactamente lo contrario de lo que Jesús predicaba, que puede uno tener fe o no, pero como UTOPIA suena bonito.
Es inadmisible que el Concordato esté por encima de los derechos constitucionales.
La iglesia católica no puede tener el poder temporal que tiene. Con el espiritual ya les llega y les sobra.
Es inadmisible que esto esté pasando en España en el siglo XXI.