Desde que me vine a vivir a Vitoria me fijo más en cómo se construye. Vivo en un barrio nuevo (construído en los últimos 10 años). Lo que aquí son calles, en cualquier otra ciudad de tamaño similar, serían avenidas. Hay solares propiedad del Ayuntamiento, reservados para construir servicios para el barrio. Hay parques, zonas peatonales.
Sin embargo, ésto no es lo habitual. Las casas actuales se construyen de manera sistemática, utilizando (en la mayor parte de los casos) materiales de pésima calidad (supongo que con finalidades oscuras), que cuando no se caen tejas del tejado, se caen ladrillos (vistos of course) de la fachada, hay grietas, humedades, las ventanas no aíslan y un largo etcétera. Vamos, que después de haberte gastado trescientos y pico mil euros en un piso, tienes que pegarte la gran inversión para adecentarlo, lo cual resulta, además de absurdo, poco o mejor dicho, nada ecológico.
La normativa, al menos en el País Vasco (imagino que será parecida en el resto de España) es cada vez más estricta. Las casas construídas deben seguir unos protocolos de ahorro energético (ojalá se cumplieran a rajatabla), se tiende a poner paneles solares para autoabastecerse de luz para la comunidad de propietarios …
Parece, no obstante, que el futuro nos depara lo siguiente:
Con sistemas de ventilación con recuperación del calor, perfectos aislamientos, recepción del máximo sol posible gracias a grandes ventanales. Estas viviendas han sido concebidas para economizar energía y asegurar el máximo confort. Cuidando el entorno, plantando césped y plantas en terrazas y tejados. Pocas alturas, repartiendo el espacio para personas (y vehículos). Jardines. Aire. Haciendo de la vivienda un lugar para vivir y no para malvivir….
A ver cuando toman nota los señores del ladrillo.
Creo sinceramente que en España ya no va a haber nunca ciudades vivibles con casas pensadas para que las personas disfruten en ellas.
La molicie (de mole) de adosaditos y de mierdipisos que han florecido durante los últimos años han dado tan buenos réditos a constructores, promotores y ayuntamientos que volver hacia la calidad de vida me parece imposible.
Ojalá me equivoque…