Queridos responsables educativos:
Soy una madre de dos criaturas de 9 y 8 años, o sea, de 4º y 3º de primaria respectivamente.
Como todos los años, tal día como hoy, llegan del primer día de clase entre contentos, nerviosos y exhaustos ante tamaña ola de emociones… y con millones de libros para forrar y una lista nada desdeñable de material escolar.
Puntualizo: los libros los traen hoy porque participan en un programa de la Diputación de libros solidarios, si no, tendríamos que tenerlos ya comprados… mejor dicho, encargados, porque aunque los quieras comprar en junio, las señoras editoriales no se hacen cargo hasta septiembre. Y no lo entiendo.
¿Es necesario que los padres pasemos por el suplicio de entrar en una librería o un centro comercial un día como hoy? ¿No se puede hacer de forma escalonada?
Por si fuera poco, hace años ya que los libros los han dividido por trimestres. Sí, ahora ya no hay un libro de Lengua. Hay tres: primer trimestre, segundo trimestre, tercer trimestre. Esto significa triple de forro y triple de paciencia paterna (o materna), que somos los que forramos los libros con todo nuestro amor, buena intención y demás… ¿Es necesario? ¿En serio?
Por otro lado… ¿no saben los señores y señoras tutores en junio el modelo de libreta que van a querer que sus alumnos utilicen al año siguiente? ¿Y las marcas de los bolígrafos? ¿Por qué esperar a hoy? ¡Ah! Porque les debe resultar especialmente gozoso que los padres salgamos en manada a las mismas tiendas a comprar las mismas cosas y nos peguemos como chonis en rebajas por la última libreta «tipo oxford» de 3×3.
He ido a dos tiendas: una de material de escritorio y a una librería. En cada una de las tiendas he tenido que soportar una cola de más de media hora en el primer caso y de casi una hora en el segundo. Al menos en la primera tienda fueron amables… En la segunda, una conocida librería de la calle San Prudencio, la encargada de tienda, Ane, al reclamarle que al menos avisaran en la cola que había más de 50 minutos de espera, me espetó un «yo no tengo la culpa»… No, querida Ane, no le estoy echando la culpa a usted; de hecho, me trae sin cuidado si la culpa es suya, de las comunicaciones o de que año tras año, en días punta (vuelta al cole, navidad…) no se les ocurre poner más cajas y convierten una experiencia placentera en un dolor absurdo. Pero es muy probable que tras su contestación esta haya sido mi última vez en Elkar. Ya me buscaré la vida… compraré por internet si hace falta, pero me han visto el pelo.
Dicho lo anterior… ¿no se solucionaría todo mucho mejor con un poquito de organización? Voy a repetirlo: o r g a n i z a c i ó n.
Por parte de las editoriales, que mandan los libros cuando les sale del plumero (cuando tienen los pedidos atados, ¿tal vez?)
Por parte de los colegios, previendo que muchos padres podríamos querer ahorrarnos el sofocón del último día.
Por parte de los comercios, previendo también las últimas horas y las avalanchas…
En fin, a ver si aprendemos para 2015…
Atentamente,
CJ
Yo también lo he sufrido, culpa mía por no dejar que los niños vayan un día sin la carpeta reglamentaria…aunque en mi caso el colegio ha mejorado las cosas: teníamos una lista parcial del material que habíamos comprado con anterioridad, y el único libro que he tenido que comprar porque no entraba en el programa, lo pedí en amazon, en dos días en casa desde hace un mes.
También quiero aprovechar para alabar la tarea de la ampa, que se curran mucho.
¡¡¡¡¡Pero que razón tienes!!!!! Eso es algo que vengo diciendo año tras año. No entiendo porque mi hija a principios de curso tiene que llevar cuatro lápices, 3 barras de pegamento, 3 bolis azules, 5 gomas, si los usa de uno en uno ¿porque no los puedo comprar de uno en uno?. Y con los libros de trimestres lo mismo. Esperemos que algúna cabeza pensante lea tu carta y haga algo. Ah!!! Por cierto, en Asturias hay bancos de libros (supongo que sea algo asi como el libro solidario) que hoy por hoy como están empezando funcionan francamente mal, depositas 13 libros y recoges 1 si tienes suerte.