Hoy, la Corte internacional de Justicia se pronuncia sobre el genocidio serbio cometido sobre la población bosnia durante la guerra de los balcanes.
Quiero imaginar que el fallo será contra Serbia… Pero aún así … aunque tengan el reconocimiento internacional de que allí hubo un genocidio cometido por unos fanáticos, ¿cómo puede la comunidad internacional resarcirles? ¿qué podemos hacer por ellos? ¿para qué sirve el Tribunal Internacional en cuestión?
Hace no mucho ví la película Hotel Ruanda … Tremenda película. Pero más tremendo fue lo que pasó allí. Comparable a la guerra de los Balcanes, al conflicto entre Albania y Kosovo, al de Israel y Palestina y a otros muchos que son plena actualidad en los telediarios.
Porque todos ellos tienen su base en unas fronteras imaginarias trazadas a voluntad de los pueblos colonizadores que dejaron su huella de sangre a través de los años.
La diferencia que hay entre tutsies y hutus no es más que la que el belga de turno creó distinguiendo a los negros por la oscuridad de su piel. Así dividieron a familias, hermanos de mismo padre y madre que desde entonces pasaron a ser enemigos.
¿Qué distingue a un serbio de un bosnio? ¿Su religión? Vamos, hombre …
¿Qué distingue a un vasco de un andaluz? ¿O a un catalán de un leonés?
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Bien, pues ya tenemos fallo. Por supuesto exculpando al estado serbio.
Como Milosevich se ha muerto. Damos por zanjado este escabroso asunto …
Ergo lo dicho: cada vez damos más asco.
¿Como podemos seguir votando?¿. Como somos capaces de llegar a ese ejercicio de abstacción absoluta?. Vemos todos esos países que han sido divididos con reglas y cartabones, que después de haber enriquicido a unos cuantos, no dándoles nada a cambio más que dejarles nuestras peores miserias. Que mirada tiene la Justicia, ¿quién se arroga el derechos de decidir si son mejores los Judios o los Palestinos, los Bosnios o los Servios? ¿Porqué sí tenemos que salvar a los Afganos y no a los Etiopes o los Somalís?.Debe ser que no tengo el concepto GLOBALIZACION, pero la realidad que es que esa palabra sólo sirve para que en todas las ciudades existan las mismas tiendas, que es sólo la fachada que se vé, y realmente lo que maneja este mundo son esas enormes corporaciones del petroleo, el gas, los fosfatos, etc. y las ARMAS. Sí lo de Bosnia fué un genocidio para mí.Que no se quejen después de la lucha de religiones. No se puede pegar siempre en el mismo sitio.No puedes ser tu siempre el más alto, el más guapo, el más rubio.Pero no hay que rendirse, hay que seguir con el ojo avizor y no perder la perspectiva.
siempre tiene su base en las «grandes palabras»: Dios, Patria, Nación, Bandera, Religión, etc…
faltan las palabras revolucion, politica, independencia tambien son el germen
No te extrañes del fallo. No se puede ser juez y parte….
Vergonzoso, pero no más que otras muchas cosas.
Pequeñita mía, no desmayes, hay que seguir
El germen de todos los problemas a los que aludes siempre tiene su base en las «grandes palabras»: Dios, Patria, Nación, Bandera, Religión, etc…
Los colonizadores solo hicieron que seguir el guión que venía marcado por la construcción de sus propios países, a lo largo de los siglos. Con un agravante, ellos no intervenían en los territorios colonizados, como intervinieron sus antepasados en dicha construcción, matando y muriendo por mor de las «grandes palabras». Ellos se dedicaron a dar armas, colgaron etiquetas y presupusieron que esas gentes de lejanos países no tenían suficiente entidad para pensar por ellos mismos, es decir, los trataron como cosas, animales, trozos de tierra. Les negaron identidad y les enseñaron a matarse entre ellos, que era bastante más cómodo e inocuo que matarse entre los propios colonizadores. De esta manera tan simple, devastadora e inmoral se cargaron a la mitad de la humanidad.
Eso en cuanto a continentes enteros, como Africa o el subcontinente americano, o parte de Asia.
Y a las grandes palabras, se ha unido ahora un nuevo término: globalización. Este se está convirtiendo en la caja de Pandora. Dentro cabe todo lo demás corregido y aumentado.
Y mientras los poderosos argumenten esas palabras «grandiosas», seguirán habiendo Ruandas, Etiopías, Bosnias, Palestinas, Colombias, …
Pero no debemos olvidar el gran poder que tiene la ciudadanía de todos los países y hay que luchar para que «los buenos» se movilicen. Porque no tenemos armas y no queremos disponer de las «grandes palabras» que en realidad son muy pequeñitas.
Solo hay que creerlo y caminar.