Lo siento como si fuera de mi familia. No pueden tener más comprensión y apoyo moral por mi parte. Mis condolencias a su mujer, a su hijo que no conocerá, a su familia, a sus amigos y a sus compañeros.
Hasta siempre.
(Ver artículo sobre la muerte súbita).
http://maripuchiysumundo.blogspot.com/feeds/posts/default?alt=rss
Por esto hay que valorar cada momento que tenemos y no pensar siempre en el futuro futuro si no en el hoy.
Pobrecita familia.
Yo soy sevillano y sevillista pero sé que todos lo sentimos igual. Un saludo.
Estas noticias siempre son una verdadera pena, parece mentira que una persona deportista y en buena forma pueda morir así. Es una mala noticia para todo el mundo. Un saludo.
Me apena, y creo que no puedo aportar nada que no esté dicho. Ha sido un día triste.Besos
Desde luego una desgracia; pero sería bueno abrir un debate (una vez más) sobre la «farmacia» que se utiliza en la alta competición ( y la liga de futbol profesional lo es ) para «forzar» la maquinaria física.
No sé si tendrá que ver con este caso. Lo cierto es que en diferentes deportes (ciclismo, atletismo, etc. y también en el fútbol) hay «dopaje».
Gracias a todos por acercaros por aquí.
Hoy alguien ha escrito este mensaje en un post pasado:
TENGO 45 AÑOS Y LA MISMA ENFERMEDAD QUE TU HIJO ME LA DESCUBRIERON CON 16 AÑOS PRACTICO YOGA.TRABAJO,TENGO UNA VIDA NORMAL ,TU HIJO LA TENDRA IGUAL O MEJOR POR QUE LA MEDICINA AVANZA . UN BESO
Por él, por Tomás y por el resto, adelante!
Lo mismo digo. A la tristeza del final se une la edad, que lo hace más tragedia.
Salud y República
Creo que queda poco por decir Maripuchi, ya te contesté en mi blog.
Me uno a todos vosotros.
Una pena auténtica. Aunque me extraña en este caso que los médicos no pudieran detectar nada tras sus desmayos anteriores.
En fin, supongo que la cosa es así de dura.
Saludos, Maripuchi, vengo con la cabeza llena de Grecia.
Estoy sobrecogida, Maripuchi… y no sé ni qué decir…
Me uno al homenaje. Cada vez que me entero de la muerte de alguien tan joven se me encoje el alma. Una auténtica pena.
Será porque lo hemos vivido casi en directo desde su primer desvanecimiento el otro día o porque yo también estoy embarazada, pero me he quedado helada. Joé, 22 añitos. Una pena. Desde aquí todo mi ánimo a esa familia rota, y sobre todo a su pareja.
Tengo el corazón encogido. Lo siento mucho.