Sinceramente pienso que a veces, las «polémicas» que acompañan a ciertas campañas publicitarias no son tal. Se las inventan entre la prensa y algunos colectivos que se dicen afectados. No lo sé.
En estos últimos días, ha aparecido una chica anoréxica desnuda en unos carteles en Italia y la noticia ha trascendido allende sus fronteras. Asociaciones de anoréxicos opinan que es «exagerado mostrar estas imágenes de esta manera tan cruda». ¿Exagerado para quién?, me pregunto yo…
Exagerado me parece que esta mujer
diga de sí misma que parece un cerdo muy gordo.
Claro que quizá yo, que no tengo problemas de delgadez (sino todo lo contrario) no sea la más indicada para hablar de la campaña o de la aparición de esta chica.
Creo que la visión de un cuerpo maltratado por la enfermedad puede ser que ayude a concienciar a las personas que se están planteando adelgazar extremamente a que ése no es el camino. Las personas que ya paceden la enfermedad (psíquica, que no física), no sé si envidiarán a la mujer de la foto o la visión de este cuerpo demacrado les ayudará a tomar conciencia de sí mismas…
Y, en cualquier caso, ya está bien de utilizar a la mujer perfecta cuando ninguna lo somos …. ¿o lo somos todas?
Tenemos que aprender a querernos como somos.
feeea ascerosaaaaaaaaaaaaaaa
eres muy fea k kieres k te diga
No te creas guapa NO SOLO CONSEGIRAS MORIRTE
yo cro que se deberian de poner graficas deacuerdo a como a aumentado la anorexia en el mundo no solo decirlo para que mas publico pueda enterarse de eso y yo pueda terminar mi tarea
ola mi nombre es adolfo tengo 16 años hace cuatro años que padezco de anorexia mido 1.65 peso 30 kilos …. y cada vez que me miro al espejo no me encuetro delgado me encuentro muy gordo ………mi meta es llegar a pesar 25 kilos
Yo también.
Pero además estoy con Maripuchi en que sí puede ser efectivo en determinadas personas, incluso en algunas que estén ya enfermas, que no todos los casos son iguales, hay tantos tipos de problemas como personas que los padecen.
Ahí sí te doy la razón.
A ver, yo creo que todos estamos más o menos a favor de las campañas y que, dependiendo del problema harán más o menos efecto, pero tampoco harán daño. El problema es si aceptamos que se usen como reclamo publicitario. No es lo mismo lo que hace el gobierno o una entidad sin ánimo de lucro, no buscan beneficio económico, el objetivo principal de la campaña es mejorar una situación o sensibilizar. Aquí el objetivo principal es tener publicidad gratis y ganar dinero, pero decorándolo. Hay muchísimos ejemplos del uso inteligente que hacen compañías que por un lado se cargan el medio ambiente, o destrozan culturas o este mismo caso de la anorexia y por otro con cuatro duros se quieren lavar la cara, pero encima, haciéndose publicidad.
No sé igual a vosotros os parece bien, pero rechazar esta campaña no implica rechazar campañas de sensibilización contra la anorexia, creo yo. Porque si las empresas que son parte del problema encima se benefician con las campañas para arreglarlo pero siguen fomentándolo con sus políticas comerciales, pues entonces tenemos ya el negocio redondo.
¿Acaso no hace lo mismo el gobierno con las campañas de tráfico? ¿Alguien sabe si dichas campañas resultan eficaces en términos estadísticos? (Quiero decir: con resultados positivos en el descenso de muertes).
Supongo que es la misma anestesia de las sociedades consumistas lo que lleva a los publicistas a ser más y más violentos (efectistas, lacrimógenos y demás).
Vamos, un pez que se muerde la cola.
Y esto me hace pensar… ¿y si una empresa de, digamos elementos de seguridad en la obra, hiciera una campaña usando la imagen de un obrero aplastado, o desfigurado, o como fuere, tras un accidente en el tajo? ¿También lo admitiríamos, a pesar de herir claramente la sensibilidad del espectador con fines publicitarios, aduciendo que concienciaria a la opinión pública sobre un problema de actualidad?
Supongo que tienes razón; algo ayudará el que se desprestigie sin ambages la delgadez extrema…
Un abrazo
Repito que puede ser que el que ya tenga la anorexia no vea la realidad. Pero ¿y las miles de niñas (y no ten niñas) que no la tienen y ésto hace de disuasión?
No sé qué decirte, Maripuchi. Tengo entendido que las personas anoréxicas sufren una distorsión de sus capacidades perceptivas, de modo que no se ven tal como en realidad son, sino como no les gustaría ser: de ahí que adelgacen más y más…
Entonces, si no ven las cosas como son, ¿cómo van a darse cuenta de su enfermedad?
Quizá al que ya tiene la enfermedad no, pero ¿ayuda al que podría enfermar? Yo creo que sí…
Hombre, no es extraño que os recuerde la campaña (las campañas) de Benneton. El publicista es el mismo, la idea es la misma, el efecto perseguido el mismo, y el impacto mediático logrado es exactamente igual.
La chica lloraba, leg, porque sentía que estaban utilizando la anorexia para hacerse publicidad. Ella no necesita ya ayuda, porque ha salido, pero sabe lo que es. También comenta que las anoréxicas, en un cierto punto de la enfermedad, están orgullosas de su cuerpo y, por tanto, de su propia enfermedad, así que no está tan claro el efecto de la campaña sobre las que padecen o pueden padecerla, porque puedes interpretarla como una exaltación.
Sin entrar en esto último, ya sabes que soy partidario de campañas que pongan temas sobre la mesa aunque tengan efecto limitado, pero no de disfrazar la publicidad con una pseudo campaña. Si aceptamos que esta es una manera tan buena como otra de hablar del tema, estamos dando alas a estas empresas. Hay mil maneras, si la empresa quiere, de poner el tema sobre la mesa y que conste su nombre sin que sea una descarada campaña de puro marqueting, más crudas, menos crudas, pero nunca dirigidas únicamente por alguien con intereses económicos, sino coordinada con otras entidades o administraciones.
Como dice el hermano, me recuerda la estrategia habitual de Benetton, escandaliza, di que quieres mostrar una realidad. Y luego pon la mano para recoger la pasta.
En cuanto a lo de las tallas, hermano, yo también conozco gente no anoréxica que las usa muy pequeñas, pero son las menos. En todo caso lo que no se puede es fabricar un 80% de la ropa por debajo de digamos la 34 y luego ir de sensibilizador. Es lo que comenta maripuchi de lo de la 46.
Qué cosas tienes Fogars … las modelos de Cibeles tienen todas un IMC correctísimo (notejode!!)…
Los mismos modistos (y ésto ya lo he contado alguna vez) son unos petardos… Lagerfeld diseñó para H&M unas prendas. Y parece que cuando se enteró que H&M iba a fabricarlas en todas las tallas (incluyendo la 46) puso el grito en el cielo!!
Y hay quien se lo consiente…
Como dice Leg, crecemos en un ambiente hostil a lo redondo. Ya de pequeñito, como te sobre medio kilo eres el apestado de tu clase … y aunque, efectivamente, estar gordo no es sano … tampoco lo es estar excesivamente delgado … ni lo es dejar de alimentarte durante diez días para conseguir perder «esos tres kilitos que me sobran» …
Es estupendo que se hable de esta enfermedad abiertamente, aunque para ello tenga que intervenir el afán publicista de una cadena de moda (¿hipocresía o remordimientos?).
La pena es que no sean los gobiernos los que participen abiertamente y no sean las administraciones las que paguen estos carteles y difundan la realidad de la anorexia y la bulimia. ¿Por qué demonios hay presupuesto público para la pasarela Cibeles cuando es ese mundo el que empuja a las adolescentes a considerarse monstruos si usan tallas normales?
He visto las imágenes de esa mujer y acto seguido, en un informativo, han proyectado parte de un desfile y las modelos daban la impresión de no estar mucho mejor que ella.
¿Por qué lloraba esa chica, Garib? A veces que algo te indigne y te haga llorar no quiere decir que no te esté ayudando. Y menos aún que no ayude a otros.
Respecto a lo del marqueting, estoy contigo en que se desvirtúa bastante por el hecho de ser una campaña publicitaria que busca, por medio de la polémica, más notoriedad.
Pero también digo lo mismo que con lo del vídeo del tema de las pateras, si sirve para ayudar a una chica, aunque solo sea a una, a mí me sirve también.
Las chicas no estamos locas. No nos inventamos los complejos, no nos obcecamos por algo porque sí. El mundo entero, el cercano y el general, nos dice desde siempre que hemos de tener un aspecto determinado para ser más aceptadas.
En el tema concreto del peso, yo he crecido entre comentarios despectivos (de TODO el mundo) hacia las personas gordas, hombres y mujeres.
La anorexia es culpa de todos. Yo también tengo la culpa de que exista la obsesión por adelgazar.
Sinceramente, no sé cómo se puede evitar, pero desde que me dí cuenta os aseguro que trato de hacer todos los esfuerzos que puedo para evitar contribuir a ello.
La ropa pequeña es para personas de constitución pequeña (o delgada), no para anoréxicos. Igual que la ropa de talla grande es para personas de constitución gruesa, no para obesos mórbidos.
Mi hermana pesará poco más de 40 kilos, es bajita y delgada y no es anoréxica, ha sido así toda su vida.
Bueno, dejando esto aparte, esto me recuerda a Benneton y sus famosas campañas. Me suena más a una forma de publicitar a nivel mundial una marca, y de hecho lo han conseguido.
Un saludo desde El globo de los hermanos Montgolfier
Pues hoy he leído una entrevista a una chica que había sido anoréxica y de ayudarle, nada de nada, al revés, se indignó y se puso a llorar. Lo que argumenta es que el cartel lo hace una marca que sólo fabrica hasta la talla 40, o sea, que es una campaña que usa la enfermedad, no que sea una cuestión de moralina o prejuicio.
Yo no estoy en contra de mostrar explícitamente algunas cosas para concienciar, pero no a través de la publicidad de las empresas privadas. Si no van junto con una campaña más global y otras entidades sin ánimo de lucro, no me las creo. El marqueting busca notoriedad y esto es vía directa para conseguirlo. Luego te lo decoraran con que querían ser creativos o querían denunciar algo. Si Nolita realmente quisiera, como dice, sensibilizar a la sociedad, simplemente dejaría de fabricar tallas muy pequeñas y sacrificaría su pasta.
Yo tampoco estoy por lo de la mujer perfecta en publicidad, cine y TV que tanto se estila, pero creo que ese es otro tema.
Mi amatxu murió de anorexia nerviosa en 1993, tenia 73 años. Era la primera vez que tuve noción de la existencia de esa enfermedad.
Según los médicos que la trataron algo trastocó su psiquis,nunca supimos qué le pasó, el psicologo no le pudo sacar ni media palabra, se cerró en banda, la cuestión es que llegó al final de su vida pesando 38 kilos.
A mi no me parece mal el cartel publicitario, es más, deberían hacer más publicidad al respecto, es una enfermedad terrible que afecta sobre todo a chicas y chicos muy jovenes.
Un abrazo
Nerim