Así de claro y contundente se ha mostrado Gabriel Elorriaga, Director de Campaña del partido popular en declaraciones al diario británico Financial Times.
Vamos, que no es que España vaya mal, sino que se lo están inventando a ver si cuela…
Los mensajes de campaña no son para sus palmeros, son para desmoralizar y desestabilizar a los votantes del ala gauche, pero algo me dice que esta vez, de nuevo, han equivocado la estrategia.
No se puede pretender hacer campaña copiando las de países en vías de desarrollo y querer con ellas engañar al electorado socialista, que no al propio.
¿Inmigración? ¿Paro? ¿Vivienda?¿Familia? ¿España se rompe? ¿Se vende Navarra a ETA? ¿ETA autora del 11M? ¿El Ebro se trasvasa? ¿La niña crecerá feliz?
Evidentemente son temas que nos afectan a todos y a todas, pero esa visión dinosáurica de la realidad, distorsionada por el fracaso en las pasadas generales es lo que les ha llevado a mentirnos a este pueblo nuestro español durante los últimos cuatro años como nadie lo había hecho nunca. Un auténtico insulto a la inteligencia de todos nosotros.
Que no. Que no. Que esta vez no nos vais a engañar.
¿Despedirán fulminantemente al señor Elorriaga por tan suculentas declaraciones en período electoral o está todo preparado para que la izquierda lo dé por hecho?
A pesar de los peperos y gracias a muchos factores, unos internos y otros exógenos, está claro… Y, supongo, (quiero suponer) que no a pesar de todos los peperos.
Aún así, la idea de que su campaña esté basada no en sus méritos, no en sus proyectos sino en crear dudas razonables en el votante ajeno basadas en mentiras me repugna.
Y sí me parece importante que se sepa de dónde sale «mano dura, cabeza y corazón» porque, aunque explícitamente sacaron de su campaña el «mano dura», en realidad lo hicieron porque no es lo mismo dirigirse (repito) a un guatemanteco que a un español y no porque no lo crean (recordemos qué pasaba hace seis años… recordemos sus decretazos, su guerra ilegal… su forma de gobernar porquemesaledelosh.)
El PP trata a la población española como si ésta fuera menor de edad (o en vías de desarrollo) y no es así. No somos así.
No está puesto al azar. ¿Necesitamos los españoles lo mismo que los guatemantecos? ¿Tenemos la misma coyuntura?
Pues en ese sentido está puesto el epíteto y no sobra, no.
Abusar de la acusación de fachas no me gusta demasiado, pero el vídeo es fabuloso. (Y la película más, la recomiendo a pesar del debate que provocó en Alemania).