Parece que tengo una cruzada contra Correos, pero creedme, no es así.
Ayer recibí una notificación en casa. Tengo que recoger un certificado. ¡Oh, albricias, del Gobierno Vasco! ¿Qué será, será?…
Me voy a la oficina de correos que me corresponde, por supuesto en horario laborable, aprovechando que tengo un día de vacaciones que me había cogido para otra cosa. Dejo de hacer lo que iba a hacer para ir a recoger el certificado. Vale.
Espero veinte minutos a que me toque el turno. Mientras, en las ventanillas veo personas muy desganadas atendiendo a los clientes y mi mente vuela a Estados Unidos: ¿Cómo será una oficina de US Postal? Conociéndoles, serán super eficaces, super rápidos, te harán la ola y en un pis pas estarás atendido y contento. Vuelvo a España: ya hay más gente detrás de mí en la cola que gente delante, mira, hoy he tenido suerte… Mi mente divaga.
Ping. Mi turno.
Me acerco a la ventanilla y le doy el papel y el DNI al señor. Busca mi carta y me da mi carta y un papel para firmar en el que tengo que poner mi DNI, la fecha y la firma. Además, él introduce los datos de mi DNI, que tiene en la mano, en el ordenador y luego me hace firmar digitalmente.
Le digo: «jo, a ver cuándo se digitaliza todo, ¿no?» y me contesta «no, mejor así, es por su seguridad».
Aluflipada me quedo, oigan. ¿Por mi seguridad? ¿Para qué tengo que firmar en un papel y en una pantalla? Por mi seguridad ya estoy yo aquí con mi DNI que acredita que yo soy yo… ¿qué me está contando?
Es increíble que en 2014 alguien le pueda decir a otro alguien eso y es más increíble que no hayan cambiado el procedimiento de recepción y entrega de cartas certificadas. Va contra la eficiencia, contra la eficacia y, sí, contra mi seguridad.
Y sin embargo su atención al cliente es excepcional, cosa que aquí no… Aquí todo es el horror total…
El servicio de US Postal es tan lento o más como el de aquí. Muy burocrático, con colas y edificios semidestartalados. Lo digo de primera mano.