Cuando era una niña imitaba que montaba a caballo (mis padres se encargan de recordármelo de cuando en cuando)…
Luego, más mayor, me inicié en los derroteros del Country y algo más mayor aún, encontré un garito donde había música en vivo y clases de line dance.
Allí pasé grandes momentos… y llegué a ganar un concurso de gritos vaqueros (a vaquera y gritadora no me gana nadie, está claro).
El curso pasado me apunté a line dancing, pero por motivos que no vienen al caso, casi no pude acudir a las clases… Este año repito y este año sí que sí: yee haw!
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