Ninguna bajada de impuestos será tan efectiva como ésto.
La frase «Hacienda somos todos» formó parte de una acertada campaña publicitaria allá por los años 80. Efectivamente, todos somos Hacienda. En mayor o menor medida todos pagamos impuestos. Unos directos (y progresivos), y otros indirectos (como el IVA).
Es simpático y paradójico (por no utilizar otros epítetos poco conciliadores) que quien más se queja de pagar impuestos es, precisamente, quien más se escaquea.
Sólo mirad a vuestro alrededor. Quienes estamos sujetos a una nómina, recibimos directamente de la Agencia Tributaria nuestro borrador de declaración. Sólo nos resta añadir de nuestra cosecha las aportaciones que tengamos a sindicatos, fundaciones o los hijos nacidos… el resto, es público.
¿Quién no conoce a nadie que cobre en B, que oculte algún ingreso? ¿De dónde han salido tantos muchimillonarios desde que se implantó el euro? ¿Dónde están los billetes de 500? ¿Por qué tengo la sensación de que quien más escaquea siempre queda impune?
¿Cómo puede ser que a alguien a quien «le toca dos veces la lotería» le devuelva Hacienda dinero y tantos y tantos que las pasamos canutas para llegar a fin de mes, encima, nos toque pagarle a este sinvergüenza (y a muchos otros) las carreteras por las que se desplaza con su rolls royce?
Debes tener en cuenta que el Tercer Reich fue para Alemania una e9poca de prsorego en todos los campos: Alemania poseeda los autos me1s re1pidos, los aviones me1s veloces y de mayor autonomeda de vuelo, la primera televisif3n (durante los Juegos Oledmpicos de 1936), las mejores peledculas de entretenimiento, la industria farmace9utica me1s pionera, etc. Pronto volaron los primeros aviones a reaccif3n (Me-262) y los primeros misiles de largo alcance (V2). Todo esto es conocido.
Está claro que no sabemos hacer la declaración de la renta. Habrá que pedir consejo a Fabra, aunque ya puestos mejor comprar la lotería donde la compra él.