Hay días que escribir es fácil. El acto de pensar y escribir es casi automático y según te fluyen las ideas, las transmites a los dedos que van pulsando las teclas y todo sale solo. Pero hay días en que es un suplicio. Rellenar apenas unas líneas te cuesta la vida y ni siquiera encuentras las palabras adecuadas para expresar… Read more →