Esta tarde, mientras cumplía con una tradición autoimpuesta hace veinticuatro años, me he sentido bien. Son estas pequeñas cosas las que te hacen reconciliarte contigo misma después de una dura semana. La cosa empezó, como digo, hace veinticuatro años. Después de Candy Candy, llenaba religiosamente la bañera de agua bien caliente y gel espumoso y, unas veces con música y… Read more →