Estaba tardando ya Esperanzita en regalar lo último que nos quedaba público en plan empresa en esta Comunidad. Algo tan fundamental y necesario como el Agua. Pero como es así de maja y buena nos regala el Canal de Isabel II a los Madrileños. La pega es que ya era nuestra, de todos nosotros, que la pagamos con nuestros impuestos y consumos, y de ser así, de todos, sin hacer falta que nos devuelvan lo que ya es nuestro, va a pasar a ser de unos pocos. Es una forma de que cuando caiga el gobierno actual no le quiten los jugadores actuales de su sillón, así de simple. Son muchos Euros los que pasan por sus manos. El único consuelo que nos queda es que cuando todo sea privado no habrá nada que regalar para cuando vuelvan a gobernar y ya no nos llevaremos disgustos de este calibre.
Esto lo dice JL Briones en The Blog, una bitácora imprescindible que actualiza a diario con agudas reflexiones sobre actualidad y yo lo suscribo.