Hay personas de luz. Personas que aparecen y te iluminan el camino… El camino, obviamente, lo recorres tú, pero alguien encendió la luz para que lo vieras claramente.
A veces es como, eso, como que de pronto alguien enciende un interruptor y todo se ve claro. Otras es como señales; cuesta más reconocerlas, pero ahí están, fosforesciendo en mitad de la oscuridad.
Me siento muy afortunada porque he conocido a varias personas a lo largo de mi vida que, por unos u otros motivos, me ha aportado luz en momentos complicados. Algunas han sido, directamente, un faro. Mi faro.
¿Cómo reconocerlas? No sabría decir… En mi caso, sencillamente lo sé. Con una claridad y una certeza absolutas.
No hablo de fenómenos paranormales, ¿eh?… nadie va brillando por la calle. No veo auras ni creo que existan… Pero sí creo que hay rotos para descosidos, que hay un alguien para otro alguien y que a veces, algunas pocas veces, esas vidas se pueden cruzar… y entonces es cuando lo sabes.
We’ve got holes in our hearts, we’ve got holes in our lives, but we carry on…
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