Los libros de educación infantil están muy bien. Pero ponerlos en práctica es otro cantar…
Cuando un niño de dos años y medio que es mal comedor se niega a comer porque lo que quiere es irse a la cama, ¿qué haces? ¿le dejas irse a la cama sin comer? ¿le «castigas» a pensar? ¿le obligas a comer? ¿qué haces si te tira un bol de puré encima?
Según los libros, hay que mantener la calma (JA JA JA JA JA), limpiar el desaguisado, decirle al niño que le quieres mucho pero que a mamá no le gusta que ensucie las cosas, y volver a empezar la operación…
¿Os imagináis a la muá, después de ser regada en puré manteniendo la calma?
Sé que son fases. Sé que se le pasará… pero qué difícil…
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Paciencia??? toda la del mundo y más!! yo nunca pensé que tuviese tanta a veces, de la misma forma que no sabía que seria tan facil que una mocosilla de dos años me sacase completamente de mis casillas.
Si te consuels (que se que no…)la mia ayer le vomitó la comida a su padre, como lo hace por que le da la gana (más que comprobado) y su padre de paciencia nada de nada se oian los gritos en la otra punta de la ciudad, cuando llegué a casa el panorama era: niña feliz, padre con un agoooobioooooo…
Para compensar por la noche no me quiso la cena…brrrrrrrrr….tuve paciencia, eso si, le reñi lo suyo, cene y me fui a cama de una mala leche que no veas….
Algún día contaré la carga genética que Tomás lleva dentro… no en cuanto a la comida, que tengo que decir que no padecí por ello, pero sí en cuanto a la contumacia para cualquier otra cosa.
Cuando escucho lo de las perretas, el bol volando, los berrinches sin saber la razón y tantas cositas… veo a Maripuchi con sus rizos sin levantar un palmo del suelo, llorando durante horas… HORAS… hasta que se le hinchaban los morretes de tanto llorar… y yo preguntándome el por qué… Nunca lo supe y, como comprenderéis ya no me importa, pero cuando me inquiere el por qué Tomás coge una de sus rabietas y ella me pregunta por qué lo hace… le contesto que los caminos del Señor son inextricales, claro…
Al leer su post, doña Maripuchi, me ha venido a la memoria un recuerdo de mi infancia que viene muy a cuento. Pero, como tal recuerdo, perdóneme por la falta de delicadeza, pero lo voy a poner en El Abuelo Cebolleta (http://abuelocebolleta.blogspot.com).
No se enfade, es que allí viene muy a cuento.
No desesperes Maripuchi. Lo de la paciencia,ala larga, siempre da buenos resultados. Un niño que ve que sus padres no se alteran, acaba no alterándose. Se tarda en aprender, pero debemos hacerles menos caso.
Y, aunque no sea consuelo, siempre hay quien lo hace peor; me contaron que, hace unos años, hubo una campaña en Londres, que recomendaba un Nº de telf. a los padres desesperados, con la siguiente frase: Antes de tirarlo por la ventana, llama a este Nº.
Por lo visto habían sufrido una ola de lanzamientos de bebés…
Hace unos cuantos meses, mi niño me montó un cirio de esos, ya no me acuerdo exactamente qué, pero me sacó de quicio por completo. Yo notaba cómo algo me hervía por dentro, pero no quería pagarlo con él, era muy pequeño y el pobre aún no entendía nada como para reñirle, así que le cogí tranquilamente, sin decir ni una palabra, le llevé a la cuna, le dí su chupete, le acaricié la mejilla, encendí el walki, cerré la puerta de la habitación, me fuí al salón, cogí el biberón… y lo puse sobre la mesa dando un golpe con tal fuerza que la tetina salió disparada por los aires y muebles, paredes y techo quedaron totalmente salpicados de leche…
Luego supongo que eché el resto de la adrenalina sobrante limpiando el desaguisado.
A veces es dificil…. muuuuuuuuuy dificil…
Maripuchi, querida, se le pasará… y llegarán otras cosas. El mío con dos años se comía hasta los cubiertos, pero no nos dejaba dormir de noche. Y ahora con diez duerme como un ceporro pero es un tiquismiquis con la comida de esto me gusta y esto no. Y tiene que decir él qué ropa se pone. Etc. Moraleja: se le pasarán las cosas de ahora y vendrán otras. Y me imagino que quienes tienen hijos mayores podrían contarnos otros problemas…
Gracias por los ánimos, hermosos … falta me hacen…
Hoy ha sido un día largo y duro.
yo he tenido que elegir entre comida o sueño más de una vez con mi hija, bueno en realidad no he tenido mucho que elegir cuando tiene sueño no hay plato apetitoso que se precie siempre gana el sueño. Se pone tontorrona no quiere comer y em dice que a la cama, así que le recojo la comida y a dormir, cuando se despierta le intento dar una merienda un poco más consistnte y ya está. Hoy sin ir más lejos al salir del cole entre al novedad los nerviso y que ha madrugado, a las 7:30 ya estaba pidiendo desayuno!! a las 12 del mediodía ha comido puré y medio plato de pollo, pero no ha legado a terminar el yogur proque estaba meurta de sueño, no hay protestas, a la cama y punto!
Son como los libros de autoayuda; que tardas tanto en leerlos que ya dejas de estar hecha una mierda antes de acabarlos…
Maripuchi, te echo demenos pormi blog.
Un beso.
Pues no te queda na.je,je.
Paciencia.
Un abrazo.
El mayor iba a la guardería, y lo recogí con mala cara. Al poco de llegar a casa, me vomitó encima una generosa ración de arroz con pollo. Sin masticar.
Mantuve la calma, me quité la ropa, recogí el vómito del suelo…
Hice un biberón con cereales para el pequeño, vestido con ropa de casa. Y el querubín me vomitó el bibe de cereales encima.
Demostré mi autocontrol. Pero todo tiene un límite, que no somos máquinas.
Por fortuna, a la mía hay que quitarle el plato porque si no se come hasta los dibujos. Pero eso si, como se ponga cabezota con algo hay que contar hasta diez para no sacar al arameo que todos llevamos dentro.
Yo ando con un libro muy interesante que habla de los límites.
Antes de tener a Lara compraba el Ser Padres casi todos los meses … incluso la guía del niño … y otras … Menuda colección…
Ahora passsssso. Ya tengo todos los muebles ubicados y no me cojea ninguno…
Brrrrrrr
Ja,ja,te recomiendo como libro de cabecera la coleccion de revistas «ser padres y ser padres hoy»,son muy amenas y te ayudan mucho.
Cuando los mios eran de la edad del tuyo,nosotros las comprabamos,y al final siempre fueron de gran ayuda,cuando no las usabamos para ponerlas debajo de una pata de la mesa,las usabamos para darnos con toda la coleccion en la cabeza,¡¡¡se dormia de maravilla!!!,je,je.
Paciencia,paciencia,y un chupito de algo fuerte depues de la cena.
Salud
¡Cómo te entiendo, Maripuchi!
Hay veces que uno ya no sabe cómo acertar y qué es lo mejor para él. Te da miedo ser demasiado duro o demasiado comprensivo. Y luego lees esos libros y te entran ganas de entrar en la editorial con una sierra eléctrica…BRRRRRRRR!!!!
Un saludo y mucho ánimo!
Y la gente me pregunta que por qué no tengo hijos… Por esto, les digo yo, por esto.
¡Ánimo, que tú puedes!
No, Rafa, no tiene nada que ver con el cole … él suele ser así… y es francamente difícil.
Seguro que se le pasará. Dentro de una semana te pedirá ir al cole.
El primer día es duro, duro de pelar. También para los padres.
Salud y República