La adversidad es mala. Le veo pocas cosas positivas. Lo pasas fatal. El mundo es una puta mierda. Todo se desmorona alrededor (bueno, todo, o parte… lo que sea)… El mundo se vuelve gris, no hay alegría… o no se la ves…
Luchas contra gigantes, los días se hacen eternos, las noches también… desconsuelo, desasosiego… No te apetece hacer nada y cuando no te queda más remedio lo haces con desgana y deseando que ese momento pase cuanto antes.
Pero la adversidad también tiene tres cosas positivas, como digo: creces. Mucho. Es como el refrán, lo que no te mate, te hará crecer. Como persona te haces grande, aprendes a superar obstáculos, a vadearlos, te reconfortas contigo mismo y aprendes mucho sobre ti… y también sobre los demás, lo que siempre está bien.
La segunda cosa buena es que pones a cada uno en su sitio. Aprendes qué puedes esperar de quién. Esto puede parecer malo, porque tendrás amigos que, de pronto, desaparecerán de la faz de la tierra… pero en realidad, te están haciendo un gran favor… para tener amigos así, más te vale no tener nada.
Es un hecho. Hay gente que ante la adversidad se crece y otros que preferirían hundirse, pero no hay que hundirse, hay que remar, porque, al final, escampará, y serás mejor persona.
Y la tercera y última… que pasa. Nada es adverso para siempre. Por lo tanto, cuando ese período finalice, que lo hará, todo volverá a su sitio, menos lo que no merece la pena que vuelva.
Y al resto, bambú.
En realidad estoy de acuerdo con las tres… poco que añadir…
Estoy de acuerdo con Molinos, pero yo le añadiría una tercera posibilidad (que no hay dos sin tres) porque la disyuntiva no está siempre entre luchar o no hacer nada, creo.
Opción 1: Luchar y darlo todo, cuando eso es posible. Sí!
Opción 2: Hacer como si no pasara nada. A veces ignorando el problema desaparece… A menudo, sólo se complican las cosas.
Opción 3.
Esta para los casos en que la adversidad va asociada a algo que en modo alguno puedes cambiar. Hay pérdidas irrevocables por mucho que te empeñes en luchar contra los «regalos» del destino.
Negarse a aceptar lo que es inamobible no lleva a nada. Sólo te enferma. Esa es mi experiencia.
Para mí la 3ª opción es la ACEPTACIÓN. Hay cosas contra las que no se puede luchar. Hay cosas que, simplemente, o las aceptas o te entierran.
UN BESO.
Cuando las cosas vienen jodidas hay dos opciones…afrontarlas, pelear, dejarse arrastrar y pasarlo de angustia pero sabiendo que algo está pasando y que tienes que hacer algo para salir
o…hacer como que no pasa nada, que todo sigue igual, cerrar los ojos e intentar creerte que todo volverá a ser igual…
la primera opción es tener valor…se pasa mal..pero has hecho algo. Y en algun momento te reconfortará.
la segunda opción es una mierda…y no lleva a nada.
Yo ya he tenido muchísima dosis de adversidad… Le puedes decir por favor que ahora se fije en otro?
Gracias! 😛