El tiempo pasa rápido… salvo algunas cosas

Cada vez que miramos atrás y vemos nuestra vida no somos del todo conscientes del tiempo transcurrido.
El tiempo, aunque es una constante, es absolutamente subjetivo.
 
Un segundo es un segundo, un minuto son sesenta segundos, un día son 86.400 segundos y esto es así. Lo que es subjetiva es la percepción de este tiempo.
 
Cuando te lo pasas bien, el tiempo suele transcurrir muy deprisa. Piensa en una fiesta… empieza… y seis horas después estás preguntándote dónde ha ido a parar tu tiempo. Por contra, cuando tu vida es un asco, el tiempo pasa lentamente… tanto que transitas por los días como alma en pena deseando que llegue una noche (que no llega nunca) para volver a la cama y desconectar la mente.
 
En esta sociedad vamos a toda leche. Quizá a demasiada. Nos ponemos a crecer cuando somos niños para poder hacer todas esas cosas que nos parecen fascinantes del mundo adulto y cuando nos damos cuenta, estamos pagando facturas y sumidos en una vorágine de la que nos es difícil escapar.
 
Pero ahí estamos… El otro día en una conversación de café en la oficina, una compañera no conocía a Dinamita pa los pollos… ¿cómo es posible? Pero si es… es… ¡¡del 81!!
Cuando los Dinamita triunfaban con su rockabilly de Ortuella, ella era una niña pequeña. Le podrían sonar como me suenan a mí los Box Tops o los Pekenikes… pero el caso es que no le sonaban…
Estos días es la selectividad… piensas… jo, la selectividad… y lo empiezas a ver ya como en una nebulosa… yo hice selectividad en Medicina… trato de recordar los exámenes o de visualizar las aulas… vagamente. Alguna anécdota sí… como lo chuleteado que llevaba el diccionario de latín, que la frase que nos tocó traducir era de las que venía traducida casi entera en el diccionario, que en filosofía cayó el mito de la caverna y muy poca cosa más…
No recuerdo qué pusieron como preguntas de Historia contemporánea, pero sí que nos habían dado unos apuntes extra para estudiar porque en el libro no venía la caída del muro de Berlín (que había sucedido un año antes). ¡Un año antes! Si este otoño será el vigésimo quinto aniversario de su caída… y parece que fue ayer… si no fuera porque los recuerdos, como digo, empiezan a ser borrosos…
 
Pero hay ámbitos para los que el tiempo pasa lento y es así porque tiene que serlo… Un ejemplo de ello es la investigación científica. Toda esta paja para expresar mi asombro porque sigan investigando y descubriendo cosas de las rocas lunares que se trajo el Apolo 11 hace 45 años. ¿No os parece fascinante?