Un joven salmantino de 30 años de edad se amputa el pene y lo lanza por el inodoro “para no pecar más”
¡Cielo santo, como está el patio!
Imagínense, se te pone dura y de repente la mente se llena de culpas, pecados, sermones de curas furibundos y faltas horrorosas ante la ley de Dios. Pues nada, ¡a cortar la polla y listos!, ¡Con dos cojones! -que estos al parecer aun siguen en su sitio-.
Desconozco qué clase de pecados atormentaban el alma del vecino de Salamanca, pero tampoco se necesita ser Sigmund Freud para adivinarlos. En todo caso seguro que podrían haber tenido solución.
(Seguir leyendo al magnífico Bernardo).
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Doña mauripuchi: ¿De dónde ha sacado Usted esa foto, de micropenes colorados, amputados por la represión fascista?
¡Vaya Amputada!
Este muchacho además de haberse quedado despenado no debe ir bien de cabeza.
Nadie le debe haber dicho que todo lo bueno o es pecado o engorda. Antes de esa barbaridad hay que pecar, hasta con pasión.
Salud y República
Como dice la juventud hoy dia:» que fuerte».
¿Por que no se la cortan tambien los listos que le han inculcado esas ideas en el coco?.
Salud
ah!!, Y Te he dejado un premio en mi blog, felicidades.
Vaya tropa…
¡Y que aún no se considere a la iglesia católica como una secta…! No hay igualdad ni justicia en el mundo.