Bernat Vidal es un bloguero a seguir… Hoy ha escrito sobre Rodrigo de Santos, reproduzco a continuación parte de su post.
Hay cosas en la vida que dan más grima que otras; pero resulta evidente que este caso es uno de los más asquerosos jamás conocidos en España. Siempre he considerado que sería una imprudencia y una irresponsabilidad juzgar a alguien a partir de ciertos presuntos hechos, a veces sacados de contexto; de ahí que, en parte, pueda llegar a entender que si una persona está atrapada en el mundo de la droga, especialmente en el de la coca, posiblemente sus actos no son propios sino más bien soportados. Pero, a medida que va pasando el tiempo y van saliendo nuevos detalles y nuevos hechos, a uno le entra auténtico asco cuando descubre la doble vida de ciertos personajillos de la cosa pública.
Javier Rodrigo de Santos no era un político cualquiera en Baleares, sino un españolito de bien: un político afirmado en las ideas de un partido que, nos gustará más o menos, pero hay que respetarlo; una persona presuntamente católica, que acudía a misa todos los domingos con su familia de papá-mamá e hijos de polo blanco con banderita roja igualda en el cuello, que portaba la Virgen a cuestas en todas las procesiones, que peregrinaba a Sant Bernat de La Real cada 20 de agosto como uno palmesano ejemplar, y que no dudaba en viajar a Roma para protestar con Su Santidad El Papa por la aprobación del matrimonio homosexual en España; un alto funcionario del Estado, perteneciente a uno de los cuerpos de élite de la Administración central, que había aterrizado en la política autonómica dirigiendo la delegación de Sanidad cuando esta competencia todavía no estaba transferida. Rodrigo de Santos era el número dos del Ayuntamiento de Palma durante el último de los mandatos del PP, mano derecha de la alcaldesa Cirer, ahijado político del todopoderoso José María Rodriguez, férrea promesa política para la etapa post-Matas. Para entendernos, De Santos fue lo que Manuel Cobo es en Madrid, mano derecha y hombre fuerte de un equipo de gobierno municipal con varias mayorías absolutas a sus espaldas.
Al ser desalojado del poder, el PP quedó trastocado, especialmente en Palma. No en vano, los populares no conservan ninguna institución autonómica, insular ni ninguna de las cuatro capitales de cada isla. En las pasadas elecciones generales, el PP quedó relegado a segunda fuerza política en Baleares, algo inédito si tenemos en cuenta que el PSOE no ganaba en mi tierra desde los mitificados inicios del felipismo; y eso que aún nada de esto había estallado.
Desde el 9-M hasta hoy, numerosos han sido los titulares que el PP de Palma y Rodrigo de Santos han acaparado en la prensa balear. Primero, se descubrió que el ex-número dos municipal se había gastado más de 50.000 euros de la tarjeta VISA del Ayuntamiento en prostíbulos homosexuales, en concepto de servicios sexuales, orgías, y bakanales regadas con drogas duras. Luego, salió a luz el escándalo de los parques infantiles de la Cunya Verda, en la que De Santos se gastó una auténtica millonada en un castillo de juegos para niños que nunca tuvo expediente de contratación ni partida presupuestarias asignada. Y ahora, la semana pasada, el colofón que le faltaba al católico PP palmesano: Rodrigo de Santos, el mismo que se fotografiaba con los Obispos baleares en El Vaticano a propósito de las peregrinaciones por el modelo familiar tradicional, abusó de varios menores de edad (de entre 12 y 15 años de edad), con lo que fue recientemente detenido y encarcelado sin fianza.
Leo hoy en la prensa local que llegó a meterse en la cama de los amigos de sus hijos para presuntamente abusar de ellos. Si a alguien no le da asco este hecho, por favor que abandone este blog ahora mismo. Con todo, respetando la presunción de inocencia, algo huele a podrido en el PP balear. Y lo peor es que había quien conocía de los hechos, tal y como se desprende de una suposición lógica: ¿a qué se dedicaba el entorno familiar y político de De Santos mientras pasaba todo esto? ¿Alguien puede creerse que nadie del PP o del equipo de gobierno de Palma se dio cuenta de que algo raro estaba pasando? Por mucha doble vida que llevara ese energúmeno, no me creo que nadie viera nada raro, que nadie sospechara de que algo pasaba con tanto dinero, con tanto misterio y con tanta vida nocturna. Simplemente, no me lo creo.
Bernat no se lo cree … y yo tampoco…
Yo tenía fé. Pero ahora ya no lo sé… En mi trabajo (una universidad católica de reciente creación) la gente va a misa y comulga en mis narices y luego cuando nadie les ven (y creen estar a salvo) hablan barbaridades, comentan los polvos que echan a sus mujeres. Da asco. Son además los que firman los despidos de personas «de moral sospechosa» porque no aparecen en misa o simplemente porque no están casados. Yo no he dejado a la Iglesia, más bien la Iglesia me ha abandonado a mí.
Disculpas aceptadas Bernat.
De ese escrito, al menos a mí me lo parece, lo destacable es que parece ser católico, que por eso es más grave.
De un pederasta lo destacable es que es pederasta, y nada más. Añadir información es desinformar.
Un par de comentarios:
De Santos no es católico practicante. Una persona que comete esas barbaridades (si es que la sentencia es condenatoria, claro) no puede creer en ninguno de los valores del catolicismo. No es más que una fachada, imagino que para pasar desapercibido en su entorno, ser socialmente impecable. Pero nada más. Alguien que comete las barbaridades que presuntamente ha cometido esa persona no puede, en su conciencia, sentirse católico. Ni católico, ni ateo, ni agnóstico ni de derechas ni de izquierdas, es algo que se escapa de ideologías o cosmovisiones, pues todos, derechas o izquierdas, ateos o creyentes, aunque nos peleemos continuamente, tenemos unos valores positivos, y que todos identificamos como positivos. Igualdad, libertad, justicia, solidaridad, por ejemplo, son valores que todos defendemos, aunque los ordenemos de modo diferente. Pero individuos que cometen esos actos no pueden creer realmente en esos valores.
Desgraciadamente, hay o ha habido pederastas en todos los partidos políticos, en todas las profesiones, en todos los rincones del mundo. Incluso recuerdo un caso de hace unos años en el que el pederasta era el propio juez de menores que se suponía que debía protegerlos. Es una lacra realmente asquerosa. Eso sí, si pasa en el PP sale en los medios durante meses. El martes publicaron otro caso de un pederasta (creo recordar que era un monitor deportivo) y no he visto a ningún blog comentar la noticia. Pero bueno, cada uno en su blog habla de lo que quiere, claro, para eso están.
No creo que haya enfocado mi escrito con la idea de acusar a De Santos de pederasta por ser católico-practicante y de derechas, más coincido contigo con el hecho de que una cosa y la otra no tienen nada que ver; pero sí es cierto que, al menos me resulta curioso, que quien se fotografia con Obispos en Roma, quien lleva la Virgen a cuestas y quien predica los postulados de la moral cristiana (con lo del tratamiento que la Iglesia hace del sexo, el placer y los «pecados» incluido), luego resulte tener una vida oculta por la noche que es justamente la contraria.
En todo caso igual de mal o peor me parecería si en lugar de ser católico y de derechas fuera ateo y de izquierdas, o musulmán y de centro, o budista y nacionalista. Me da igual. Si me he expresado mal, presento mis disculpas.
Un saludo.
ESte señor debe estar en la cárcel como cualqueir delincuente. Es gravísimo lo que ha hecho.
Pero también es grave cómo enfoca este señor Bernat el asunto. Resulta que como es católico presuntamente practicante y de derechas, es más grave aún el delito. O lo que es peor, como es católico, es pederasta.
A ver si algún día veo qué grave es un señor que ha cometido un delito de pederastía, y mira que era un señor de izquierdas convencido, y mira que era ateo de los buenos, y mira que hacía cosas por la clase obrera.
Creo que es igual de grave independientemente de la posición de uno o de otro. Es que da la impresión de que sólo los católicos tenemos prohibidas según que cosas, porque de los montones de casos de pederastia, sólo se mencionan aspectos religiosos o de creencias cuando es católico. A mi me repugna tanto como a vosotros, tal vez incluso más, pero las cosas hay que contarlas como son, no como uno quisiera que fuese.
Eso no quita para que De Santos, en mi opinión, tenga otro problema añadido, al margen de la pederastia, pero eso sería otra cuestión.
Muchas gracias por tu referido , Maripuchi, aunque hay ciertos personajillos que me están dando la lata recientemente con comentarios en el blog, felizmente parapetados tras las firmas como «anónimo», que me acusan de exagerar ante el caso De Santos, hasta el punto que hay uno que dice literalmente: «unos niños de doce años ya deberían saber lo que hacen».
Al final tendré que ser yo que pida disculpas por decir que me da asco ver que los políticos corruptos abusan de menores. Presuntamente, claro. No sé donde va a llegar tanto fundamentalismo.
Un abrazo!