2 de junio. Es un día lleno de recuerdos.
Para empezar es el cumpleaños de mi amiga P. Somos amigas desde los 13 años… y a estas edades nuestras, ya son unos cuantos. Hemos pasado juntas por miles de cosas. Para empezar por varios años de colegio, con lo que marca eso el carácter 😛
Hemos compartido piso, juergas intempestivas en la gran ciudad, risas y lenguas hasta el suelo en momentos muy Ally McBeal que no voy a contar pero que recordamos ambas cada vez que nos vemos. Viajes, algunos iniciáticos entre la niebla… y otros iniciáticos en otros sentidos…
Precisamente era 2 de junio cuando, en un viaje, escuché esa voz y supe que mi vida tenía que cambiar. Ya había empezado a cambiar, de hecho… y P. fue la primera en saberlo. Me acompañó mucho en aquel tiempo. En realidad siempre me ha acompañado…
Hace dos años, tal día como hoy, ví a Bruce por segunda vez y conocí (en persona) a mi amiga A. Era un día muy difícil, venía de no dormir en dos noches, de ver morir a mi tía-madrina y de un viaje de 600 kilómetros… Bruce lo compensó. Él es así. Tras el concierto, volví a hacer 600 km para recoger las cenizas… pero esa es otra historia…
Hoy recuerdo lo que pasó hace 12 años y también hace dos. La vida es así… te cierra una puerta, te entreabre miles… y hay que elegir…
Porca miseria, Nuria 😛
así es. hay que elegir…